Espacio de opinión de Canarias Ahora
Ser embajador de Israel en España
Pero eso no fue siempre así. En los años 80 y parte de los 90, el embajador de Israel en España era un personaje admirado y escuchado con atención. Israel era un mito para muchísimos españoles. Ese pequeño país, rodeado de enemigos por todas partes, era capaz de mantener la independencia con sus armas y con su diplomacia.
Había dos mensajes muy sencillos que procedían de Israel: uno, nosotros somos “David” y ellos los gigantes; dos, nosotros somos una esperanza de socialismo democrático, cuando nos amenazan desde un socialismo dictatorial.
Todos los españoles que no sintonizasen con una derecha que todavía podía recordar a los israelíes como descendientes de los judíos del Nuevo Testamento, sentían a Israel como cercano. Desde hace años y ahora especialmente, es muy difícil encontrar un español que se identifique con lo que hoy hace y propone Israel.
Por eso sostengo que ser embajador de Israel en España en estos tiempos es muy difícil. Ahora tenemos en Madrid como embajador israelí a Rafael Shutz. No le envidio y aplaudo su tesón.
Conviene saber que el Cuerpo Diplomático israelí no es equivalente, en todo, a otros Cuerpos Diplomáticos. En Israel, los que más poder tienen en la estructura administrativa del Estado son los militares; los diplomáticos mandan lo que mandan.
El embajador Shutz aceptó tener un encuentro en la red con blogueros españoles. Un aplauso decidido a él y a los organizadores. Cuando hay malos entendidos (en el terreno que sea) lo mejor es dar la cara, debatir y aportar cada uno sus razones. Eso hizo el otro día el embajador de Israel en Madrid.
En ese encuentro, se comprobó que las distancias existentes entre dos países amigos y entre ciudadanos amigos de esos dos países, son ahora importantes.
¿Insalvables? De ninguna manera, pero se requiere más explicaciones “comprensibles” por parte de Israel y más lecturas “sin apriorismos” por parte de los españoles.
España no es un país fundamental en la estrategia internacional de Israel. Normal. Por eso pido a israelíes y españoles que no traten de conseguir grandes resultados; que intenten lograr pequeños espacios de convivencia y entendimiento. Y así se podrá ayudar a unas relaciones que no son fundamentales, pero son muy importantes.
Por si acaso alguien no entiende en Israel la posición de muchos españoles, me gustaría dejar claro que la operación “Plomo Fundido” me ha parecido un error y que, si Israel tuviera riesgos de desaparecer como Estado, iría voluntario a defenderlo.
* Militante socialista, promotor de Nuevas Tecnologías y articulista de elplural.com* Militante socialista, promotor de Nuevas Tecnologías y articulista de elplural.com Luis Solana*
Pero eso no fue siempre así. En los años 80 y parte de los 90, el embajador de Israel en España era un personaje admirado y escuchado con atención. Israel era un mito para muchísimos españoles. Ese pequeño país, rodeado de enemigos por todas partes, era capaz de mantener la independencia con sus armas y con su diplomacia.
Había dos mensajes muy sencillos que procedían de Israel: uno, nosotros somos “David” y ellos los gigantes; dos, nosotros somos una esperanza de socialismo democrático, cuando nos amenazan desde un socialismo dictatorial.