Un Plan de Excelencia Turística para Gran Canaria (I) por Chiti Hernández

En los últimos años, sobre el ya agotado modelo turístico grancanario han impactado factores como la modificación de los hábitos de compra del consumidor turístico, las nuevas tecnologías, la apertura de nuevos mercados más baratos e, incluso, el cambio climático. Y es que las administraciones, con su pasividad, no han sabido solventar los problemas que aquejan a los destinos maduros de litoral, que eso somos, es decir, un destino que se desarrolló entre los años 60 y 70 y que hoy, 30 años después, no se ha puesto al día. Uno de los problemas cruciales de estos destinos es la saturación de su espacio urbano, con la consiguiente insuficiencia de la trama viaria, de los espacios públicos, de las infraestructuras y de los servicios que ello conlleva. Además, esta saturación provoca agresiones al entorno y un descenso notorio de la satisfacción del cliente. En última instancia, conduce a la insostenibilidad a corto y medio plazo del modelo vigente.Actualmente, los nuevos modelos turísticos de destinos competidores en el turismo de sol y playa, como Turquía, Egipto o Caribe, contemplan índices de edificabilidad bajos, grandes espacios verdes y una apuesta firme por la calidad. Su desarrollo turístico se está haciendo desde otras premisas, más acordes con las nuevas tendencias de la demanda. En esa línea, Gran Canaria debe revisar su modelo turístico, que, insisto, está agotado, e introducir las modificaciones que sean necesarias. Nuestra isla necesita un Plan de Excelencia (PET), que debe elaborarse desde la observación de la realidad actual, desde el conocimiento de nuestras debilidades y fortalezas, pero también de nuestras oportunidades, y, sobre todo, de nuestras expectativas de futuro, de lo que queremos ser. Para ello es fundamental el planteamiento y la elaboración de un modelo de desarrollo económico.Entre los objetivos prioritarios del PET se encuentra la mejora de nuestro medio urbano y natural. Para lograrlo hay que establecer una serie de acciones orientadas, no sólo a ofertar un servicio de calidad a los turistas sino a incrementar la calidad de vida de los residentes. Entre otras medidas, hay que reordenar las vías y esponjar los espacios urbanos, liberando zonas y poniéndolas a disposición de la comunidad; hay que renovar unas infraestructuras obsoletas y degradadas; hay que poner fin a las acciones delictivas que tanto preocupan a turistas y residentes y que manchan la imagen de Gran Canaria como destino turístico.*Chiti Hernández es cabeza de lista al Cabildo de Gran Canaria por Compromiso.

Chiti Hernández*

En los últimos años, sobre el ya agotado modelo turístico grancanario han impactado factores como la modificación de los hábitos de compra del consumidor turístico, las nuevas tecnologías, la apertura de nuevos mercados más baratos e, incluso, el cambio climático. Y es que las administraciones, con su pasividad, no han sabido solventar los problemas que aquejan a los destinos maduros de litoral, que eso somos, es decir, un destino que se desarrolló entre los años 60 y 70 y que hoy, 30 años después, no se ha puesto al día. Uno de los problemas cruciales de estos destinos es la saturación de su espacio urbano, con la consiguiente insuficiencia de la trama viaria, de los espacios públicos, de las infraestructuras y de los servicios que ello conlleva. Además, esta saturación provoca agresiones al entorno y un descenso notorio de la satisfacción del cliente. En última instancia, conduce a la insostenibilidad a corto y medio plazo del modelo vigente.Actualmente, los nuevos modelos turísticos de destinos competidores en el turismo de sol y playa, como Turquía, Egipto o Caribe, contemplan índices de edificabilidad bajos, grandes espacios verdes y una apuesta firme por la calidad. Su desarrollo turístico se está haciendo desde otras premisas, más acordes con las nuevas tendencias de la demanda. En esa línea, Gran Canaria debe revisar su modelo turístico, que, insisto, está agotado, e introducir las modificaciones que sean necesarias. Nuestra isla necesita un Plan de Excelencia (PET), que debe elaborarse desde la observación de la realidad actual, desde el conocimiento de nuestras debilidades y fortalezas, pero también de nuestras oportunidades, y, sobre todo, de nuestras expectativas de futuro, de lo que queremos ser. Para ello es fundamental el planteamiento y la elaboración de un modelo de desarrollo económico.Entre los objetivos prioritarios del PET se encuentra la mejora de nuestro medio urbano y natural. Para lograrlo hay que establecer una serie de acciones orientadas, no sólo a ofertar un servicio de calidad a los turistas sino a incrementar la calidad de vida de los residentes. Entre otras medidas, hay que reordenar las vías y esponjar los espacios urbanos, liberando zonas y poniéndolas a disposición de la comunidad; hay que renovar unas infraestructuras obsoletas y degradadas; hay que poner fin a las acciones delictivas que tanto preocupan a turistas y residentes y que manchan la imagen de Gran Canaria como destino turístico.*Chiti Hernández es cabeza de lista al Cabildo de Gran Canaria por Compromiso.

Chiti Hernández*