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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

El fracaso autonómico

No carecen los psocialistas de motivos para preguntarse qué tiene González que no tengan Francisco Valido, Toñi Torres o los del caso eólico a los que Soria cesó de militancia. Pero eso no le resta autoridad y conocimiento para proclamar la jeta de sus antagonistas políticos pues si algo no puede negársele al presidente pepero es que de caraduras entiende un huevo.

Para abundar en durezas faciales, la del Gobierno paulinés que asumió el lema de su matutino de cabecera: “a los canariones, ni agua; con los canariones ni a misa”. Sólo aceptan de nosotros el dinero de los impuestos lo que hace que el ostracismo no sea aún total.

Entre las últimas faenas, ya se ven venir nuevos recortes en las subvenciones a los transportes públicos, mientras clama al cielo el desinterés pauliano por la problemática del sector tomatero. En otro frente figura el desmantelamiento por etapas de la Viceconsejería de Cultura, de la que acaban de llevarse la Dirección General del Libro. Si hablando de estas cosas pasa uno por delante del teatro Guiniguada, antiguo cine Avellaneda, su abandono se le antoja la mejor expresión plástica de esa política.

Son tantas y tan frecuentes las acciones contra Gran Canaria de ATIcc-PP que uno casi ni se ocupa de ellas porque de nada sirve. Hace la tira de años, algunos indicamos el inicio del proceso con el desmontaje de la Consejería de Hacienda. Nadie hizo caso y ahora, cuando el proceso está a punto de culminar, no queda sino recordar a la sentenciosa madre de Boabdil. E insistir en que la responsabilidad de haber cerrado definitivamente el paso a cualquier entendimiento no es de los tinerfeños sino de un grupo de políticos que los ponen a ellos por delante para operar en su provecho. Con la ayuda ayer de la Ican mauriciana y hoy de Soria. También en su provecho.

La ATI pepitiana se ha salido con la suya ante la pasividad histórica grancanaria. La paradoja es que ese éxito insularero es al precio del descrédito del Gobierno paulinés hundido por los despropósitos, la mezquindad y la torpeza pueblerinas. Aunque quieran aparentar otra cosa, la salida del Estado Libre Asociado refleja el fracaso de la autonomía canaria. De esta autonomía inservible.

No carecen los psocialistas de motivos para preguntarse qué tiene González que no tengan Francisco Valido, Toñi Torres o los del caso eólico a los que Soria cesó de militancia. Pero eso no le resta autoridad y conocimiento para proclamar la jeta de sus antagonistas políticos pues si algo no puede negársele al presidente pepero es que de caraduras entiende un huevo.

Para abundar en durezas faciales, la del Gobierno paulinés que asumió el lema de su matutino de cabecera: “a los canariones, ni agua; con los canariones ni a misa”. Sólo aceptan de nosotros el dinero de los impuestos lo que hace que el ostracismo no sea aún total.