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Fraga, Ceuta y Melilla

La propuesta partió del Gabinete de Orientación y Documentación (GODSA), creado para diseñar las líneas políticas del nuevo partido, y del que formaron parte, además de falangistas, militares en activo, entre los que se encontraban Javier Calderón Fernández, que en 1996 fue nombrado director del CESID por José María Aznar.

El GODSA elaboró a mediados de los 70 un documento titulado Libro Blanco para la Reforma Democrática, que fue coordinado por Verstrynge. “El borrador del Libro Blanco fue entregado a Fraga en agosto de 1976 para que lo leyese durante sus vacaciones en Perbes. En septiembre dio el visto bueno, incluyendo el apartado que aseguraba que tarde o temprano habría que devolver Ceuta y Melilla a Marruecos. Se imprimieron unos 5.000 ejemplares del mismo, y se enviaron a políticos, periodistas y otros grupos de presión”, relata Verstrynge en su libro.

Cuando el documento llegó a Ceuta y Melilla, se originó un rechazo al grito de “Fraga, Fraga, Melilla no te traga”. “Fraga me llamó entonces- sigue relatando Verstrynge- y me encargó que hiciese lo antes posible un folleto para aplacar los ánimos. El folleto, Una Política Exterior para España, se hizo en una sola noche, y en el mismo se reivindicaba la españolidad de Ceuta y Melilla”, concluye el ex sectario general de AP.

A GODSA pertenecieron militares de la Dictadura miembros de los servicios de información tales como el general Javier Calderón Fernández, el coronel José Luís Cortina Prieto (ambos relacionados directamente con el golpe militar del 23-F), el coronel Florentino Ruiz Platero, jefe de la División de Inteligencia Exterior del CESID, el general Juan Ortuño también del CESID y otros. En el sector civil, participaron Gabriel Elorriaga, Gabriel Cisneros, Antonio Cortina Prieto, Juan Echevarria Puig y Rafael Pérez Escolar, entre otros.

Antonio Cortina Prieto fue responsable de la compañía privada de seguridad Aseprosa que daba cobertura desde antes de 1980 a los chales y pisos francos del CESID. En la fachada del chalé de la Plana Mayor de los grupos operativos del servicio de información, y en otros inmuebles operativos, aparecían placas con el nombre de Aseprosa, según la revista TIEMPO (1 de noviembre 1999).

GODSA, en su proclama de finales de los 70, titulada “Llamamiento para una Reforma Democrática” decía: “Nuestra intención se cifra en la firme voluntad de proponer al país una solución basada, a la vez, en una continuidad y en un plan de reformas, sin nacionalismos ni exclusivismos”. Durante el Gobierno de Aznar las ideas de GODSA estuvieron siempre presentes, cabe recordar que el general Javier Calderón Fernández, director del CESID, manifestó públicamente que el PNV, y otros partidos nacionalistas “no tenían sentido del Estado”, prohibiendo su participación en un seminario del Ministerio de Defensa celebrado en El Escorial. Contra los nacionalistas se lanzaron innumerables operaciones intrusivas, y de propaganda “negra” destinadas a embadurnar la imagen de políticos como Xabier Arzalluz, Joseph Lluis Carod Rovira, entre otros muchos.

Vicente López Pascual

La propuesta partió del Gabinete de Orientación y Documentación (GODSA), creado para diseñar las líneas políticas del nuevo partido, y del que formaron parte, además de falangistas, militares en activo, entre los que se encontraban Javier Calderón Fernández, que en 1996 fue nombrado director del CESID por José María Aznar.

El GODSA elaboró a mediados de los 70 un documento titulado Libro Blanco para la Reforma Democrática, que fue coordinado por Verstrynge. “El borrador del Libro Blanco fue entregado a Fraga en agosto de 1976 para que lo leyese durante sus vacaciones en Perbes. En septiembre dio el visto bueno, incluyendo el apartado que aseguraba que tarde o temprano habría que devolver Ceuta y Melilla a Marruecos. Se imprimieron unos 5.000 ejemplares del mismo, y se enviaron a políticos, periodistas y otros grupos de presión”, relata Verstrynge en su libro.