Espacio de opinión de Canarias Ahora
De frente
Una y otra vez, cuando se acercan los periodos en los que se eligen a los candidatos y candidatas que representan al Partido Socialista para concurrir a las elecciones, oigo de boca de los y las candidatables las mismas frases: “porque el partido me lo pide”, “el partido me llamó para que me presentara”... Una y otra vez me pregunto quién es el partido, qué forma humana adopta el puño y la rosa para decirle a uno y otro candidato qué es lo que necesitamos.
Vaya por delante que el partido no me lo ha pedido. Y vaya por delante que, en ningún momento, ni el puño ni la rosa me han llamado para decirme que soy lo que necesita. En honor a la verdad, no he localizado a quien ejerce de medium. Sin embargo, me gustaría decir a quien me lea que yo sí quiero esa responsabilidad. Lo que quiero del partido es que me lo permita. Y de cada uno de los militantes lo que quiero es que favorezca ese proceso.
¿Por qué, si el partido no me ha llamado? Porque creo que puedo hacerlo. Porque realmente creo que hace falta savia nueva. Porque creo que es momento de demostrarle a los ciudadanos que la conexión con la realidad es tal, que somos capaces de favorecer que un total desconocido asuma esa responsabilidad. Porque creo que la gente ya está cansada de escuchar nuestras peleas de fulanistas y menganistas; de que se mercadee con la poltrona; de los mismos y las mismas de siempre; de los que no se mueven porque si no, no salen en la foto.
Una nueva forma de entender la política también pasa por una nueva forma de actuar. Me niego a estar agazapado hasta dos meses antes de la campaña para “no quemarme”, para hacer lo mismo que hacen todos. Yo quiero que existan primarias en mi agrupación -Las Palmas de Gran Canaria-, y quiero ser alcalde de esta ciudad. Y sobre todo, quiero que mis compañeros y compañeras se enteren por mí, y no por quien “les representa”.
Creo en un proyecto de ciudad capaz de ilusionar, capaz de ofrecer soluciones a la situación dramática que viven algunos de sus ciudadanos. Un proyecto de ciudad que entienda que lo importante son las personas -las bicis y los perros son secundarios-; una ciudad con un prisma internacional, que mime al autónomo y al pequeño empresario que crea la mayoría del empleo estable; una ciudad que innove y ofrezca nuevas soluciones a viejos problemas. Creo en una administración que respete a sus trabajadores, que se relacione con el administrado en un plano de igual a igual. Creo en una gestión desde el consenso y no por decreto. Creo en la gestión de los profesionales que hacen política y no en la de los políticos de profesión.
Dicen las normas no escritas que el primero que sale es al primero que se cargan. Yo prefiero pensar que los tiempos están cambiando.
Una y otra vez, cuando se acercan los periodos en los que se eligen a los candidatos y candidatas que representan al Partido Socialista para concurrir a las elecciones, oigo de boca de los y las candidatables las mismas frases: “porque el partido me lo pide”, “el partido me llamó para que me presentara”... Una y otra vez me pregunto quién es el partido, qué forma humana adopta el puño y la rosa para decirle a uno y otro candidato qué es lo que necesitamos.
Vaya por delante que el partido no me lo ha pedido. Y vaya por delante que, en ningún momento, ni el puño ni la rosa me han llamado para decirme que soy lo que necesita. En honor a la verdad, no he localizado a quien ejerce de medium. Sin embargo, me gustaría decir a quien me lea que yo sí quiero esa responsabilidad. Lo que quiero del partido es que me lo permita. Y de cada uno de los militantes lo que quiero es que favorezca ese proceso.