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Gerencia Única Insular en la Sanidad Canaria
La situación de la Sanidad en Canarias es preocupante. Al reciente récord de tener, un año más, las mayores listas de espera sanitaria de España (en especialidades médicas, intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas), se le suma la grave descoordinación existente entre los servicios sanitarios y los sociosanitarios, que tiene como su imagen más gráfica el hacinamiento de los pacientes en los pasillos de Urgencias de los Hospitales. Hacinamiento, especialmente, de los enfermos mayores de 85 años.
Desde hace años, venimos planteando acciones para combatir las listas de espera sanitaria y el colapso de la Sanidad del Archipiélago que, primero, ha estado en manos del PSOE y, los dos últimos años, ha sido gestionada por Coalición Canaria. Como saben, no es un problema de recursos, ya que el presupuesto de este departamento supera los tres mil millones de euros. Es un problema de gestión y, para ello, hemos planteado una reforma completa de la organización sanitaria en Canarias, como medida indispensable para solucionar este grave problema.
En Tenerife y Gran Canaria hay 4 gerencias distintas actuando simultáneamente en la Sanidad, y sin coordinación entre ellas. Dos gerencias en los dos Hospitales de referencia en cada Isla: el Hospital Universitario de Canarias y el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria en Tenerife, y el Complejo Hospitalario Insular Materno Infantil y el Hospital Doctor Negrín en Gran Canaria. Además, también hay una tercera Gerencia de Atención Primaria en cada Isla. Y, finalmente, una cuarta Gerencia que es la Dirección del Área de Salud, tanto en Tenerife como en Gran Canaria. Las cuatro gerencias, más las del resto de las Islas, dependen todas del director del Servicio Canario de la Salud. Pero ahí no acaba la cosa porque, además, cada Cabildo tiene sus propias gerencias para las plazas sociosanitarias y los Ayuntamientos sus estructuras para la atención domiciliaria.
Todo esto ha supuesto una histórica descoordinación: la Atención Primaria por su lado, la Especializada por el suyo, los Hospitales descoordinados entre sí dentro de cada Isla, y ya no digamos con los recursos sociosanitarios de Cabildos y Ayuntamientos. No existe una coordinación transversal y cada uno defiende su área específica sin una visión global, en lugar de colaborar estrechamente en la Atención Primaria y la Especializada para no sobrecargar las consultas ni las pruebas complementarias, y evitar el colapso de los servicios de Urgencias.
Para solucionar este desastre, los profesionales médicos y de la gestión sanitaria del Partido Popular de Canarias, han planteado esta semana sustituir las cuatro gerencias de cada Isla por una Gerencia Única Insular, con competencia sobre los Hospitales como responsables de la Atención Especializada, sobre la Atención Primaria y, también, sobre los recursos sociosanitarios, que deben garantizar la continuidad asistencial del paciente.
La Gerencia Única Insular debe ser asumida por la figura del director de Área de cada Isla y contará, tanto en Tenerife como en Gran Canaria, con una Dirección de Atención Sanitaria Integrada para el Área Norte y otra para el Área Sur, que coordinará tanto los Centros de Salud como los Hospitales de su Área. Y una Dirección de Atención Sociosanitaria y de la Cronicidad, que coordinará los centros concertados, las residencias sociosanitarias en colaboración con los Cabildos y los Servicios de Atención Domiciliaria en colaboración con los Ayuntamientos.
Existen precedentes similares tanto en el País Vasco como en Cataluña, pero este modelo se adapta perfectamente a las especificidades canarias. Con estas modificaciones de la estructura sanitaria del Archipiélago, mejorará la coordinación entre los diferentes niveles, que actualmente soportan múltiples disfuncionalidades entre la Atención Primaria y la Especializada, y que tienen una deficiente comunicación. No hay que ocultar que, en ocasiones, existe cierta desconfianza entre ambos niveles asistenciales y un considerable exceso de burocratización, que ahoga la calidad de la asistencia prestada.
Esta reforma total de la organización sanitaria canaria, requerirá modificar algunos artículos de la Ley de Ordenación Sanitaria de Canarias, y comenzaremos a aplicarla mediante un estudio piloto en una de las Áreas de Salud de las islas capitalinas, si los canarios nos dan su confianza el próximo mes de mayo.
Miren, la falta de coordinación entre las Consejerías de Sanidad y Asuntos Sociales del actual Gobierno de Canarias, se evidencia en la poca capacidad para derivar pacientes sociosanitarios crónicos a los centros sociosanitarios. Por ejemplo, en Canarias hay 310.000 ancianos y el Gobierno autonómico sólo cuenta con 3.700 plazas en residencias financiadas con fondos públicos. Es decir, sólo hay plazas para el 1 por ciento de los ancianos canarios. Además, la ayuda a domicilio sólo llega al 3 por ciento de los ancianos, y la teleasistencia al 2 por ciento de la población de esta edad. Y por si fuera poco, también existe un alto déficit en camas de hospitalización a domicilio.
Ni Plan de Geriatría, ni ayuda a domicilio, ni teleasistencia, ni camas de hospitalización a domicilio, ni plazas sociosanitarias, ni derivación de enfermos crónicos a los centros, ni un plan de urgencias competente. La Sanidad canaria, ha tocado fondo.
La situación de la Sanidad en Canarias es preocupante. Al reciente récord de tener, un año más, las mayores listas de espera sanitaria de España (en especialidades médicas, intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas), se le suma la grave descoordinación existente entre los servicios sanitarios y los sociosanitarios, que tiene como su imagen más gráfica el hacinamiento de los pacientes en los pasillos de Urgencias de los Hospitales. Hacinamiento, especialmente, de los enfermos mayores de 85 años.
Desde hace años, venimos planteando acciones para combatir las listas de espera sanitaria y el colapso de la Sanidad del Archipiélago que, primero, ha estado en manos del PSOE y, los dos últimos años, ha sido gestionada por Coalición Canaria. Como saben, no es un problema de recursos, ya que el presupuesto de este departamento supera los tres mil millones de euros. Es un problema de gestión y, para ello, hemos planteado una reforma completa de la organización sanitaria en Canarias, como medida indispensable para solucionar este grave problema.