Espacio de opinión de Canarias Ahora
La lógica de los mercados
Con ese nuevo discurso repetido hasta la saciedad podemos aplicar las tijeras: como el trabajo es un lujo, los funcionarios son la nueva aristocracia social, por eso hay que recortarles el sueldo. Tiene su lógica. Aunque más de la mitad de los funcionarios son mileuristas, pero gozan del “lujo” de tener un empleo permanente. Hay un sector más débil, es verdad, los desempleados. ¿Pero qué le quitas a un parado si ya le embargaron su vivienda, si tuvo que vender su coche, si está endeudado hasta las cejas? Bueno, podríamos ser más crueles y castigar a los parados que hayan cobrado algún tipo de prestación social, podríamos ponerlos en los parques, en las paradas de guaguas, en las puertas de los centros comerciales, con un cartel colgado en el cuello pidiendo perdón por haber cobrado la prestación por desempleo, por no haberse sacado un plan de pensiones privado. Pero eso sería muy duro, por ahora vamos a conformarnos con recortar los salarios de la aristocracia de los funcionarios.
Otro sector a combatir son los pensionistas. Estos señores se gastan mucha cara. Tuvieron la oportunidad de haberse apuntado a un plan de pensiones privado como han hecho los banqueros, los que cotizan en bolsa grandes cantidades de dinero y los que especulan contra el euro. Toda esa gente decente a la que debemos calmar. Pero no, los pensionistas se apuntaron a lo fácil, a cotizar a la Seguridad Social, a cobrar un 25 % menos cada mes para guardarlo en la caja común. Por eso la lógica del mercado debe ser implacable y congelar las pensiones, que suban los precios (lógica del mercado) pero no las pensiones.
En este nuevo lenguaje que estamos construyendo los derechos sociales son una bobería promovida por gobiernos de izquierda que lo único que provocan es un aumento del déficit público. La Ley de Dependencia es el último ejemplo de estas machangadas. Por eso para calmar a los mercados vamos a recortar a retocarla un poquito. Ya no hablamos de derechos que se adquieren de forma inmediata. Ahora si tardan en pagarte (en Canarias más de 18 meses en la mayoría de los casos) no te abonarán ni un euro con efecto retroactivo.
¿Y cuál es el otro lujo? Pues la Cooperación Internacional. Los mercados no se calman con nuestra cooperación con África o Latinoamérica. Por eso hay que recortar la Ayuda al Desarrollo. Zapatero anunció ayer sus medidas de recorte del déficit público. Fue gracioso escuchar como los mandamases del Fondo Monetario Internacional y los gobiernos derechistas de la Unión Europea felicitaron al gobierno español por estas medidas. Es como si Pedro Almodóvar da una rueda de prensa para felicitar al guionista de su última película, cuando todos sabemos que el texto lo escribió Almodóvar.
ZP le robó la ideología a Rajoy. Por eso el líder del PP tuvo que hacer de defensor de los pensionistas y los funcionarios, lo hizo con la boca chica porque sabía que las medidas de Zapatero estaban escritas por el Fondo Monetario Internacional y esas cosas no se cuestionan. Rajoy planteó como alternativa un plan de recorte de ministerios, pero no dio ninguna cifra porque sabía que con su propuesta no llegaría ni al 10% de los 15.000 millones que se ahorrará con las medidas anunciadas por el presidente del gobierno.
¿Hay otras formas de recortar el déficit público? Pues sí. Aumentando los ingresos por la vía de un plan contra el fraude fiscal, o recuperando el impuesto sobre el patrimonio que suprimió Zapatero. La propia ministra Salgado reconoció que la supresión de ese impuesto fue un error, pero aquí no dan el paso atrás que sí dan con la Ley de Dependencia. Y puestos a recortar déficit público podrían suspender los contratos de compras de armamentos que tiene asumidos el Ministerio de Defensa: 4 submarinos S-8 (1755 millones de euros), 24 helicópteros de combate Tigre (1353 millones de euros), 239 blindados Leopard (2139 millones de euros), 87 aviones Eurofighter (10.795 millones de euros).
Sólo he nombrado algunos de los gastos que están recogidos en los prespuestos de este año y de los próximos años, porque son planes que influyen en varios presupuestos. Hace apenas un mes el secretario general de la OTAN hizo un llamamiento a los gobiernos europeos para que aumenten los presupuestos militares. La industria de armamentos sigue siendo uno de los mayores negocios del mundo, y la mayor parte de ese negocio se paga con presupuesto público. Pero parece que el negocio de la muerte sí forma parte de la lógica del mercado. Sobran funcionarios en Educación, en Sanidad. Pero aumentan cada año las plazas de militares. Es la lógica del mercado.¡Hay que joderse!
Juan GarcÃa Luján
Con ese nuevo discurso repetido hasta la saciedad podemos aplicar las tijeras: como el trabajo es un lujo, los funcionarios son la nueva aristocracia social, por eso hay que recortarles el sueldo. Tiene su lógica. Aunque más de la mitad de los funcionarios son mileuristas, pero gozan del “lujo” de tener un empleo permanente. Hay un sector más débil, es verdad, los desempleados. ¿Pero qué le quitas a un parado si ya le embargaron su vivienda, si tuvo que vender su coche, si está endeudado hasta las cejas? Bueno, podríamos ser más crueles y castigar a los parados que hayan cobrado algún tipo de prestación social, podríamos ponerlos en los parques, en las paradas de guaguas, en las puertas de los centros comerciales, con un cartel colgado en el cuello pidiendo perdón por haber cobrado la prestación por desempleo, por no haberse sacado un plan de pensiones privado. Pero eso sería muy duro, por ahora vamos a conformarnos con recortar los salarios de la aristocracia de los funcionarios.
Otro sector a combatir son los pensionistas. Estos señores se gastan mucha cara. Tuvieron la oportunidad de haberse apuntado a un plan de pensiones privado como han hecho los banqueros, los que cotizan en bolsa grandes cantidades de dinero y los que especulan contra el euro. Toda esa gente decente a la que debemos calmar. Pero no, los pensionistas se apuntaron a lo fácil, a cotizar a la Seguridad Social, a cobrar un 25 % menos cada mes para guardarlo en la caja común. Por eso la lógica del mercado debe ser implacable y congelar las pensiones, que suban los precios (lógica del mercado) pero no las pensiones.