Envidia sana de Baleares

Todos los partidos políticos, todas las instituciones y todos los colectivos empresariales y sociales han coincidido en Baleares en torno a una idea: no permitir que se ponga en riesgo su forma de vida por los intereses de una multinacional petrolera. Efectivamente, es exactamente el mismo planteamiento que en Canarias venimos defendiendo desde hace años. Con la diferencia de que aquí hay una partido político que se ha convertido (no todo) en portavoz de los intereses de una multinacional petrolera y donde está representado, presiona a favor de ella.

No es inesperada la unidad de allí. Sí lo es el servilismo de los petroleros de Canarias. Lo normal es lo que hace el empresariado de Baleares en defensa de su mar y de su actividad turística. Lo raro es que aquí no pase en la misma medida.

Cierto es que a fuerza de ver irregularidades y cosas extrañas nos hemos acostumbrado a creerlas normales. Pero en una sociedad que se considera moderna no lo deberían ser.

No es normal que el subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Enrique Hernández Bento, se persone este jueves en el Ministerio de Medio Ambiente para impedir que los responsables de Medio Ambiente informen libremente a las autoridades de las Islas sobre la tramitación del expediente del Estudio de Impacto Ambiental, en el que participan Ayuntamientos, Cabildos, Gobierno y múltiples entidades canarias.

Por supuesto que no deberíamos aceptar que los responsables de Medio Ambiente lleven copia del expediente a esa reunión, y sea el delegado petrolero de Soria el que impida que se lo dejen ver a los canarios.

Me niego a considerar admisible que Soria, y su tentáculo, anuncien las fechas en las que la multinacional petrolera recibirá unas autorizaciones para perforar. Porque, si aceptamos el principio de legalidad en el trámite administrativo, aún no se sabe si saldrá adelante o no en el Ministerio de Medio Ambiente.

Es injustificable que no se nos quiera decir qué documentos e informes le faltan a Repsol en su expediente de impacto ambiental.

De ningún modo podemos aceptar que mientras que en Canarias la exposición al público del Estudio de Impacto Ambiental se hace durante las vacaciones agosto de 2013 y sin prórrogas, en Baleares se elige enero de 2014 y con prórroga concedida a solicitud de las autoridades locales. ¿Ustedes entienden el porqué de la diferencia en el trato?

Desde mi punto de vista, tampoco es lógico que a Baleares se les anuncie un posible trámite de evaluación de impacto ambiental estratégica desde el primer momento, y en Canarias se nos niegue y se opte por evaluaciones parciales de cada paso del proyecto. Es un poco largo explicar qué implica eso pero, para entendernos, es como si hubieran hecho una papilla para que la tragáramos mejor. Sin darnos cuenta.

Quizás no hayamos sido capaces de explicarlo bien. El proyecto petrolero a que hacemos referencia se remonta a tres décadas. De repente Repsol accedió a las concesiones en Canarias y rápidamente comercializó el 50% con otras dos multinacionales con oficinas en Australia (Woodside) y Alemania (RWE). Pese a las reiteradas peguntas, nadie dice a cambio de qué.

Todo fue anormalmente rápido y sencillo para los petroleros. Tanto, que ni si quiera había una correlación numérica de los documentos que integraban el expediente. Ustedes saben lo que eso posibilita. ¿No?

El Tribunal Supremo suspendió en 2004 los permisos ante una denuncia del Cabildo de Lanzarote y del PSOE porque, sencillamente, el Estado y Repsol habían incumplido el procedimiento administrativo. Eso es: incumplieron hasta con un expediente que estaba sin foliar. ¿Les parece razonable?

En 2012, y con el PP de nuevo en Madrid, lo primero que hizo el Ministerio de Industria fue poner a un ex alto cargo de Repsol al frente del departamento encargado. Recuperó el expediente de hacía tres décadas, que había tumbado el Supremo, y para darle visos de legalidad dictaron modificaciones que supuestamente no afectaban a la autorización original y subsanaban los defectos.

¿Quieren saber qué modificó el PP a comienzos de 2012? Dos cosas. Eliminaron el requisito previo de consulta con las administraciones canarias, que sí estaba en los borradores anteriores. Y sustituyeron la autorización de hacer hasta dos perforaciones por una nueva fórmula: 'al menos dos'.

Ante la oleada de malestar ciudadano que se estaba levantando en Canarias, y la convocatoria de una manifestación para el 24 de Marzo de 2012, el Ministerio aceleró los trámites y sólo 48 horas antes de la manifestación concedió la autorización a las multinacionales recogiendo todos estos cambios. Fallaron: la ola fue aún mayor de lo esperado.

¿Se inmutaron Soria, Industria y el PP? No. Rajoy quizás sí, porque desde entonces ha preferido no visitar estas islas. Soria lo tomó como un ataque personal y reaccionó como suele: compartió mesa y mantel con la directiva de las petroleras, asistió a conferencias petroleras, viajes petroleros a Sudamérica, inauguraciones de oficinas petroleras...

Con el tiempo, entendimos cómo el PP había dejado el Ministerio en manos de alguien tan democrático como Soria: revisen el peso que en las cuentas de Génova 13 (ya no sé bien si en A o en B) alcanzaron las donaciones al PP canario en el último año electoral. Todo está muy clarito. Es lo que cuesta una maleta ministerial.

Así las cosas, el Gobierno del PP se ha encontrado con ocho recursos para parar las autorizaciones ante el Tribunal Supremo, avalados por una veintena de organizaciones e instituciones. Se ha topado con iniciativas de todo tipo ante las instituciones europeas. Con acciones en el Parlamento y el Senado de prácticamente todos los grupos políticos que no funcionan monolíticamente.

Los petroleros respondieron como saben: dinero para una fabulosa campaña mediática en Canarias y un jerifalte insultando desde un hotel de Las Palmas.

A la oposición, sin embargo, se han ido sumando decenas de colectivos científicos, ecologistas, ciudadanos, estudiantes, turoperadores, agentes de viajes y profesionales del sector turístico en nuestros principales mercados emisores.

Por actualizar. La lucha anti petrolera se centra ahora en el Tribunal Supremo: el 1 de abril. Antes de ese día la energía y la inteligencia ciudadana debe hacer frente al petróleo y al peso de los petrodólares.

Y, mientras, acordar entre todos un retiro soriano, alejado de todo lo que pueda ser susceptible de contaminar.

Todos los partidos políticos, todas las instituciones y todos los colectivos empresariales y sociales han coincidido en Baleares en torno a una idea: no permitir que se ponga en riesgo su forma de vida por los intereses de una multinacional petrolera. Efectivamente, es exactamente el mismo planteamiento que en Canarias venimos defendiendo desde hace años. Con la diferencia de que aquí hay una partido político que se ha convertido (no todo) en portavoz de los intereses de una multinacional petrolera y donde está representado, presiona a favor de ella.

No es inesperada la unidad de allí. Sí lo es el servilismo de los petroleros de Canarias. Lo normal es lo que hace el empresariado de Baleares en defensa de su mar y de su actividad turística. Lo raro es que aquí no pase en la misma medida.