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Ahora recurre al mercadeo. Eso es lo que es el concurso de la Televisión Digital Terrestre (TDT): un mensaje clarito y aplastante dirigido a los medios de comunicación locales para que callen errores y alimenten virtudes ya que, en caso contrario, es probable, serán vetadas sus ansias de licencias. Sin embargo la jugada no salió bien: algunos medios en vez de amedrentarse se soliviantaron; unos heridos en su dignidad profesional, otros sospechosos de toparse con un concurso amañado.Por eso las voces de la discordia siguen oyéndose; Canarias es puro estremecimiento y en Tenerife los ideólogos insularistas necesitan un ambiente sepulcral de silencio para controlar las dimensiones de los escándalos que se ventilan. Como el problema es Gran Canaria, donde la tremenda competencia entre los distintos medios hace imposible cualquier pacto, el Gobierno de Adán Martín recurre a un segundo mercadeo: convocar de forma inesperada el concurso sobre los contenidos de la Televisión autonómica, cuya productora (Socater) es la joya de la corona. En la actualidad Socater es una sociedad dominada por Polanco en la que se encuentran empresas canarias, entre ellas Editorial Prensa Ibérica. Ganar el concurso podría suponer unos ingresos netos al año de tres millones de euros, razón que estimula la predisposición a participar del resto de los grupos, incluyendo en ellos a El Día, Diario de Avisos, Canarias7 y Vocento. Es evidente que el Gobierno se dirige con dedo acusatorio a los rotativos locales.Hace dos semanas el Ejecutivo de Adán Martín pensaba que tocar el concurso de los contenidos de la TVA era tanto como enturbiar el proceso electoral. Hace un mes pensaba de igual modo sobre el de la TDT. Y lo mismo pensaba de reactivar el gas, el concurso eólico, y todo lo que oliera a polémica. Es evidente que el escenario, entre las encuestas y los casos Fórum Filatélico y Las Teresitas, ha cambiado. Ahora se trata de tener a todo el periodismo grancanario de pago cogido por el cuello. Y se trata, sobre todo, de demostrarle a Juan Fernando López Aguilar, un hombre pétreo de convicciones deontológicas prusianas, que con ellos no se juega. Mientras López Aguilar no baje la cabeza en señal de arrepentimiento, ATI se lanzará a los brazos del PP. De hecho ya lo llevaban haciendo desde que el ministro de Justicia fuera proclamado candidato. Es interesante esta pelea donde los protagonistas saltan a la arena dispuestos a vivir o morir. Verlos así, de esta manera, encharcados en sangre y con los ojos vidriosos de odio, con la autonomía echa un guiñapo, y sin ningún corazón a salvo, ni pobre ni rico, con sus egos y superyo enzarzados en una batalla de supervivencia, causa pavor. Para mí que han transformado al “candidato a palos” en un coloso. De repente ya tenemos en la parroquia a uno al que el Tenerife profundo quisiera colgarlo del palo mayor. Es bastante más de lo que hubo en la aciaga legislatura que termina. Francisco J. Chavanel

Ahora recurre al mercadeo. Eso es lo que es el concurso de la Televisión Digital Terrestre (TDT): un mensaje clarito y aplastante dirigido a los medios de comunicación locales para que callen errores y alimenten virtudes ya que, en caso contrario, es probable, serán vetadas sus ansias de licencias. Sin embargo la jugada no salió bien: algunos medios en vez de amedrentarse se soliviantaron; unos heridos en su dignidad profesional, otros sospechosos de toparse con un concurso amañado.Por eso las voces de la discordia siguen oyéndose; Canarias es puro estremecimiento y en Tenerife los ideólogos insularistas necesitan un ambiente sepulcral de silencio para controlar las dimensiones de los escándalos que se ventilan. Como el problema es Gran Canaria, donde la tremenda competencia entre los distintos medios hace imposible cualquier pacto, el Gobierno de Adán Martín recurre a un segundo mercadeo: convocar de forma inesperada el concurso sobre los contenidos de la Televisión autonómica, cuya productora (Socater) es la joya de la corona. En la actualidad Socater es una sociedad dominada por Polanco en la que se encuentran empresas canarias, entre ellas Editorial Prensa Ibérica. Ganar el concurso podría suponer unos ingresos netos al año de tres millones de euros, razón que estimula la predisposición a participar del resto de los grupos, incluyendo en ellos a El Día, Diario de Avisos, Canarias7 y Vocento. Es evidente que el Gobierno se dirige con dedo acusatorio a los rotativos locales.Hace dos semanas el Ejecutivo de Adán Martín pensaba que tocar el concurso de los contenidos de la TVA era tanto como enturbiar el proceso electoral. Hace un mes pensaba de igual modo sobre el de la TDT. Y lo mismo pensaba de reactivar el gas, el concurso eólico, y todo lo que oliera a polémica. Es evidente que el escenario, entre las encuestas y los casos Fórum Filatélico y Las Teresitas, ha cambiado. Ahora se trata de tener a todo el periodismo grancanario de pago cogido por el cuello. Y se trata, sobre todo, de demostrarle a Juan Fernando López Aguilar, un hombre pétreo de convicciones deontológicas prusianas, que con ellos no se juega. Mientras López Aguilar no baje la cabeza en señal de arrepentimiento, ATI se lanzará a los brazos del PP. De hecho ya lo llevaban haciendo desde que el ministro de Justicia fuera proclamado candidato. Es interesante esta pelea donde los protagonistas saltan a la arena dispuestos a vivir o morir. Verlos así, de esta manera, encharcados en sangre y con los ojos vidriosos de odio, con la autonomía echa un guiñapo, y sin ningún corazón a salvo, ni pobre ni rico, con sus egos y superyo enzarzados en una batalla de supervivencia, causa pavor. Para mí que han transformado al “candidato a palos” en un coloso. De repente ya tenemos en la parroquia a uno al que el Tenerife profundo quisiera colgarlo del palo mayor. Es bastante más de lo que hubo en la aciaga legislatura que termina. Francisco J. Chavanel