Muchas muertes en tan poco tiempo

Muchos son los puntos donde la indigencia se concentra en las calles de Santa Cruz de Tenerife, concretamente en las inmediaciones del Mercado de Nuestra Señora de África; durmiendo en los bancos; rebuscando en los contenedores de basuras, orinados y defecando en la vía pública, llenos de suciedad y donde la higiene brilla por su ausencia. Esa es una de las tantas imágenes que cada día veo en el mismo corazón de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Una ciudad que se muestra orgullosa de compararse con las grandes ciudades europeas, pero carente de compromisos y actuaciones gubernamentales para que todas estas personas “sin techos” pudieran tener una calidad de vida igual que cualquier ciudadano. Me preocupa ese número de muertes en tan poco tiempo, aunque entiendo que la calidad de vida de esas personas que han fallecido han hecho oposiciones para abandonar este mundo antes de tiempo. El alcohol, la mala alimentación, la ausencia higiénica, dormir sobre un banco con frío y agua, el desprecio de la sociedad, el olvido de los familiares, la desmotivación por seguir viviendo y el poco apoyo de los responsables políticos de Bienestar Social de nuestra comunidad autónoma, que no han sabido encontrar alternativas que pudieran o puedan servir para que estas personas, estos pobres víctimas del propio sistema puedan tener una mínima oportunidad de salir de ese pozo que le están llevando precipitadamente a la muerte. Sinceramente, mantengo dudas sobres tantas muertes en tan poco tiempo y las hipótesis entre la población isleña ya comienza a surtir efectos en las tertulias mañaneras. ¿Serán los contenedores de basuras trampas mortales para la salud pública de las persona “sin techos”?.

Rafael Lutzardo

Muchos son los puntos donde la indigencia se concentra en las calles de Santa Cruz de Tenerife, concretamente en las inmediaciones del Mercado de Nuestra Señora de África; durmiendo en los bancos; rebuscando en los contenedores de basuras, orinados y defecando en la vía pública, llenos de suciedad y donde la higiene brilla por su ausencia. Esa es una de las tantas imágenes que cada día veo en el mismo corazón de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Una ciudad que se muestra orgullosa de compararse con las grandes ciudades europeas, pero carente de compromisos y actuaciones gubernamentales para que todas estas personas “sin techos” pudieran tener una calidad de vida igual que cualquier ciudadano. Me preocupa ese número de muertes en tan poco tiempo, aunque entiendo que la calidad de vida de esas personas que han fallecido han hecho oposiciones para abandonar este mundo antes de tiempo. El alcohol, la mala alimentación, la ausencia higiénica, dormir sobre un banco con frío y agua, el desprecio de la sociedad, el olvido de los familiares, la desmotivación por seguir viviendo y el poco apoyo de los responsables políticos de Bienestar Social de nuestra comunidad autónoma, que no han sabido encontrar alternativas que pudieran o puedan servir para que estas personas, estos pobres víctimas del propio sistema puedan tener una mínima oportunidad de salir de ese pozo que le están llevando precipitadamente a la muerte. Sinceramente, mantengo dudas sobres tantas muertes en tan poco tiempo y las hipótesis entre la población isleña ya comienza a surtir efectos en las tertulias mañaneras. ¿Serán los contenedores de basuras trampas mortales para la salud pública de las persona “sin techos”?.

Rafael Lutzardo