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Orlando Britto vuelve al CAAM

Me he llevado una gran alegría porque Orlando Britto Jinorio vuelve al Centro de Arte Atlántico Moderno (CAAM), en donde se inició allá por 1989 en sus muchas actividades de las Bellas Artes, y en donde fue curador, curador jefe y subdirector en la etapa que Martín Chirino dirigió a este centro de arte. En los últimos años ha estado de curador y director de Espacio C Camargo, en Santander, y ha participado en numerosas bienales, especialmente en países de América Latina y Africa. Orlando Britto es un gran experto en artes plásticas, pintura, performances, etc, y fuimos a acompañarle a la X Bienal de La Habana en 2009, y nos pasamos veinte días inolvidables en la capital cubana que era todo un espacio abierto pictórico y de performances, de esculturas y de arte en todas sus expresiones, pero primando performances imaginativas y provocadoras.

A Orlando Britto le conocía en sus dotes profesionales, pero fue en La Habana donde me di cuenta de su enorme trayectoria internacional, especialmente cuando dio una conferencia en el Teatro Nacional de La Habana presidida por el ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez y otras autoridades, con el impresionante recinto lleno de artistas y de público en general. Esa tarde/noche fue inolvidable, con la cena posterior con numerosos personalidades y miembros del Ministerio de Cultura de Cuba, y representantes de otros países. Recuerdo entre numerosos actos y exposiciones, la performance espectacular desarrollada por sus grandes amigos Guillermo Gómez Peña y Tania Bruguera en el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam de la capital habanera. Una auténtica expresión de belleza plástica, imaginativa, en donde la provocación y el asombro jugaban un papel fundamental. En esta Bienal de La Habana participaron los artistas canarios Pedro Déniz, Paco Guillen, Pipo Hernández y Rafael Hierro, que tuvieron un notable éxito entre los especialistas de la crítica artística.

Pedro Déniz realizó un trabajo de montaje espectacular titulado “Trinchera del Pensamiento”, una obra que necesitó más de treinta toneladas de tierra que fueron metidas en 1.500 sacos, porteados por jóvenes cubanos integrantes del equipo del artista cubano Kcho, y que convivieron acampados en la fortaleza de La Cabaña durante toda la Bienal. Por su parte Pipo Hernández presentó una singular intervención de montajes con tubos, montando un corral con tierras y gallinas vivas en su interior, según Orlando “espacio y animales bajo la luz y textos transliterados que el artista sitúa en sus series alternas de tubos encendidos”. Una gran atracción en la Bienal.

Rafael Hierro en las salas de “La Cabaña” presentó su instalación “Global Village Hotel. Thematic Park. Una sala abovedada se convierte en una habitación siniestra de un ficticio hotel de la Aldea Global, con numerosas críticas a las multinacionales y los fenómenos negativos de la globalización. Por último Paco Guillén, el cuarto artista seleccionado canario, presentó en la fortaleza de ”El Morro“, cuartel general del Che Guevara cuando entró en La Habana derrotando a la dictadura de Fulgencio Batista, hoy dedicada a la cultura, sus ácidos dibujos, y en la parte posterior de la sala ubicó ”Las predicciones del Gran Chin“, obra también muy elogiada por la crítica especializada y por los visitantes. Una X Bienal de La Habana inolvidable, y con asistencia también de representantes del arte y galeristas, como Saro León, Cristina Rodríguez Court, y otra serie de especialistas canarios.

Fue con todas estas vivencias en La Habana donde confirmé viviendo muy de cerca la gran profesionalidad de Oswaldo Britto Jinorio, que se codeaba con los mejores artistas y curadores del mundo, y que tiene una enorme experiencia en bienales y curadorías internacionales. Crítico, historiador del arte, curador independiente de exposiciones y proyectos de arte contemporáneo, gestor cultural, lleva muchos años trabajando intensamente en el ámbito de la creación plástica, desarrollando grandes proyectos con intercambio de experiencias entre creadores y artistas de los más variados orígenes. Orlando ha dirigido y comisariado diversos encuentros internacionales, y entre ellos el de Osorio en Gran Canaria, el proyecto Diáspora en Oviedo, y ha dirigido la Bienal Upsala en Suecia, y también es un curador permanente de las Bienales de La Habana, Dakar, Cerveira (Portugal), Cuenca (Ecuador), Bamako (Malí), y es colaborador de varias revistas de cultura y arte a nivel mundial.

Hacer toda la relación de los trabajos de Orlando sería interminable, pero creo que el CAAM gana muchos enteros con la dirección artística de Britto Jinorio al cual deseo un feliz regreso profesional y humano a su ciudad natal, sin olvidar Santander, en donde a caballo de la playa de Las Canteras se han criado sus hijos, y además en la capital cántabra hemos pasado unos buenos ratos con nuestras familias. Es notorio el cambio que está dando el Cabildo Insular de Gran Canaria de manos de Antonio Morales, con un equipo de cultura liderado por Carlos Ruíz Moreno que está ilustrando y resaltando la gran labor del pacto progresista que afortunadamente gobierna hoy la Corporación Insular.

Me he llevado una gran alegría porque Orlando Britto Jinorio vuelve al Centro de Arte Atlántico Moderno (CAAM), en donde se inició allá por 1989 en sus muchas actividades de las Bellas Artes, y en donde fue curador, curador jefe y subdirector en la etapa que Martín Chirino dirigió a este centro de arte. En los últimos años ha estado de curador y director de Espacio C Camargo, en Santander, y ha participado en numerosas bienales, especialmente en países de América Latina y Africa. Orlando Britto es un gran experto en artes plásticas, pintura, performances, etc, y fuimos a acompañarle a la X Bienal de La Habana en 2009, y nos pasamos veinte días inolvidables en la capital cubana que era todo un espacio abierto pictórico y de performances, de esculturas y de arte en todas sus expresiones, pero primando performances imaginativas y provocadoras.

A Orlando Britto le conocía en sus dotes profesionales, pero fue en La Habana donde me di cuenta de su enorme trayectoria internacional, especialmente cuando dio una conferencia en el Teatro Nacional de La Habana presidida por el ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez y otras autoridades, con el impresionante recinto lleno de artistas y de público en general. Esa tarde/noche fue inolvidable, con la cena posterior con numerosos personalidades y miembros del Ministerio de Cultura de Cuba, y representantes de otros países. Recuerdo entre numerosos actos y exposiciones, la performance espectacular desarrollada por sus grandes amigos Guillermo Gómez Peña y Tania Bruguera en el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam de la capital habanera. Una auténtica expresión de belleza plástica, imaginativa, en donde la provocación y el asombro jugaban un papel fundamental. En esta Bienal de La Habana participaron los artistas canarios Pedro Déniz, Paco Guillen, Pipo Hernández y Rafael Hierro, que tuvieron un notable éxito entre los especialistas de la crítica artística.