Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

El Papa, el Polisario y el Pe-Pe

Da náuseas ver cómo han cambiado su posición al anteponer la seguridad a los derechos humanos, como el que troca camellos por esclavos. Las mismas náuseas que da ver al portavoz del PP de mano de la izquierda y los titiriteros a los que tanto injurió cuando se manifestaron contra la guerra de Irak de Aznar.

Resulta patético ver a González Pons intentando ir de la mano de Cayo Lara y la familia Bardem en un ejercicio de cinismo que a cualquiera con un mínimo de conciencia rechazaría por antiestético e inmoral. Los pancarteros ya son, por fin, del PP también.

En realidad nunca dejaron de serlo pues sus máximos dirigentes encabezaron manifestaciones, fundamentalmente promovidas por la jerarquía eclesiástica, para protestar por el matrimonio homosexual, aunque no por el aborto ya que los conservadores lo mantuvieron en sus ocho años de gobierno a pesar de que llegaron a tener mayoría absoluta para retirar la ley o hacer otra.

El Papa, en su reciente viaje a España que costó varios millones de euros que pagamos todos, contó varias mentiras en el avión antes de su aterrizaje. Poco debe conocer España porque, según él, aquí hay un anticlericalismo parecido al previo a la guerra civil.

Rouco Varela no debió contarle que éste es el país donde hay más procesiones e imágenes sagradas por kilómetro cuadrado, donde es más difícil retirar un crucifijo de la pared de un colegio público que darse de baja en Vodafone. Debe ser el único Estado aconfesional que da tanto dinero a la Iglesia. Si ése es el laicismo que condena Ratzinger, ya casi da igual que apenas quede sitio aquí para el catolicismo. Su voracidad no tiene medida.

Los curas célibes pontificando sobre la familia tienen el mismo crédito que los socialistas y populares hablando del Sahara. Exactamente el mismo que el BBVA le daría al indigente que se sienta en la puerta de la iglesia de mi barrio.

Da náuseas ver cómo han cambiado su posición al anteponer la seguridad a los derechos humanos, como el que troca camellos por esclavos. Las mismas náuseas que da ver al portavoz del PP de mano de la izquierda y los titiriteros a los que tanto injurió cuando se manifestaron contra la guerra de Irak de Aznar.

Resulta patético ver a González Pons intentando ir de la mano de Cayo Lara y la familia Bardem en un ejercicio de cinismo que a cualquiera con un mínimo de conciencia rechazaría por antiestético e inmoral. Los pancarteros ya son, por fin, del PP también.