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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Paulino en la Tele Canaria

Además a nivel personal me resultaba especialmente atractivo ver a Miguel Ángel Daswani entrevistando a Paulino Rivero. Precisamente también se cumplian casi cien días desde que él había dejado de ser mi jefe, me refiero a Miguel Ángel Daswani. En estos tres meses fuera de la Tele Canaria he estado calladito, sin opinar sobre mi antigua empresa, para intentar tener una perspectiva que no estuviese marcada por el ambiente que viví allí los últimos meses. El horario de la entrevista, justo después de un partido de fútbol (buscando audiencia como si se tratara de un homenaje a Mari Sánchez) me complicó más el asunto con mi familia. Mi compañera no podía entender que yo quisiera dedicar media hora de la tarde de un sábado a ver a mi antiguo jefe . Como salida rápida le dije que ya que el domingo retrasaban la hora, yo compensaría a mi familia esa hora y al final ganábamos media hora respecto a otros fines de semana. Ella no se quedó muy convencida, pero aceptó.

Y llegó el inicio de la entrevista. Pude escuchar sentado en el sofá que Daswani le preguntaba a Paulino Rivero si se arrepentía de haber pasado del puesto de alcalde de El Sauzal al de presidente del gobierno canario. Justo finalizando la interesante pregunta comenzó a llorar mi hija. La niña lloraba con desesperación mientras miraba la tele. Ella sólo tiene dos añitos, pero yo la trato como si tuviera dieciocho. Entre ella y yo no hay secretos. Por eso yo le he hablado a la chiquilla de nuestro presidente del gobierno y de mi anterior jefe (que son dos personas distintas). No sabía por qué lloraba tanto, ya que comenzó a hacerlo en el momento en el que había un plano en el que salían los dos en la pantalla.

Debo aclarar que desde el lunes pasado yo no dejo que la niña juegue sola en el parque. La llevo amarrada a una correa y un collar que me dejó un amigo al que se le murió su perrito. Le expliqué a mi hija que nuestro presidente había dicho que todos los padres canarios tenemos sicosis porque pueden secuestrar a nuestros hijos, y que yo debo de ejercer como padre canario y asumir lo que dice el presidente de nuestra gente, así que no podía dejarla suelta. A lo mejor la niña relacionó a Rivero con la correa del perro de mi amigo. Aunque quizá lloró por culpa de Daswani. No es porque sea mi hija, pero la niña tiene mucha memoria. Quizá recordó que el entrevistador era el señor que en la noche electoral salía por la tele sentado junto a papá, y que criticó a los compañeros de trabajo de papá, a los que públicamente acusó de no entender el derecho a la huelga, y les nombró la Constitución y todo. Luego la niña ha conocido a muchos de esos compañeros, y ha visto que no eran tan malos. Papi le explicó al día siguiente que sus compañeros sí se sabían la Constitución porque la habían estudiado en la universidad. El día que se lo conté aproveché para decirle a la niña que si quería ser redactora en la Televisión Canaria tenía que acabar una carrera, porque si no se tenía que conformar con estar en la Dirección de Informativos. Digo que se lo conté, porque no se lo supe explicar.

Me vinieron todas estas cosas a la cabeza, así que no pude enterarme si Paulino Rivero estaba arrepentido de dejar la alcaldía de El Sauzal. La chiquilla lloraba diciendo “parque, parque, parque”. Entonces pensé: “o quiere ir al parque, o está relacionando a nuestro presidente con el hombre que le ha jodido sus juegos en el parque, porque ya no la suelto de la cuerda ni para remarse”. Miré la cara de su madre o sea, mi amada compañera, y entendí que había que cambiar de planes. No podía ver la entrevista del balance de los cien días de don Paulino. Qué rabia. Sólo pude escuchar que se trataba de un programa de Servicio Público, que Daswani le daba las gracias por dejarse entrevistar y la pregunta de El Sauzal. Así que apagué la tele y nos fuimos a la calle con los chinijos. Bueno, antes de salir de casa escondí en la mochila de la niña la correa del perrito de mi amigo, por si acaso la chiquilla quería jugar en el parque.

Juan García Luján

Además a nivel personal me resultaba especialmente atractivo ver a Miguel Ángel Daswani entrevistando a Paulino Rivero. Precisamente también se cumplian casi cien días desde que él había dejado de ser mi jefe, me refiero a Miguel Ángel Daswani. En estos tres meses fuera de la Tele Canaria he estado calladito, sin opinar sobre mi antigua empresa, para intentar tener una perspectiva que no estuviese marcada por el ambiente que viví allí los últimos meses. El horario de la entrevista, justo después de un partido de fútbol (buscando audiencia como si se tratara de un homenaje a Mari Sánchez) me complicó más el asunto con mi familia. Mi compañera no podía entender que yo quisiera dedicar media hora de la tarde de un sábado a ver a mi antiguo jefe . Como salida rápida le dije que ya que el domingo retrasaban la hora, yo compensaría a mi familia esa hora y al final ganábamos media hora respecto a otros fines de semana. Ella no se quedó muy convencida, pero aceptó.

Y llegó el inicio de la entrevista. Pude escuchar sentado en el sofá que Daswani le preguntaba a Paulino Rivero si se arrepentía de haber pasado del puesto de alcalde de El Sauzal al de presidente del gobierno canario. Justo finalizando la interesante pregunta comenzó a llorar mi hija. La niña lloraba con desesperación mientras miraba la tele. Ella sólo tiene dos añitos, pero yo la trato como si tuviera dieciocho. Entre ella y yo no hay secretos. Por eso yo le he hablado a la chiquilla de nuestro presidente del gobierno y de mi anterior jefe (que son dos personas distintas). No sabía por qué lloraba tanto, ya que comenzó a hacerlo en el momento en el que había un plano en el que salían los dos en la pantalla.