¡Peligro! Científicos sueltos

El archipiélago es el único territorio volcánicamente activo de España, el peligro de sufrir erupciones es real y cierto, como las hubo en el pasado las habrá en el futuro. Por ello es necesario que la sociedad se dote de un protocolo de actuaciones que permitan minimizar los riesgos para las personas y los bienes. Y, de lo primero que debe hacer un organismo que vele por ello, es informar a la población de manera veraz, responsable y coherente. Pero el CSIC, máxima institución científica del país ha optado por todo los contrario. Investigadores de este organismo se han dedicado a difundir en conferencias y comunicados opiniones que, por ser contradictorias entre sí, una de ellas tiene que ser necesariamente falsa sin que ello implique que la otra también lo sea. La investigadora del Consejo Superior de Investigaciones científicas, Alicia García, dijo en su conferencia que el “Teide pinta feo”, mientras que poco días antes podíamos leer un comunicado de la Consejería de Turismo donde el investigador de CSIC, Juan Carlos Carracedo, decía que Canarias es una región con una peligrosidad geológica de las más bajos del mundo. Esta situación contradictoria es la causa de la tormenta informativa, de la inquietud e la población, de la preocupación en el sector turístico, del enfado de las autoridades de la isla y del desprestigio de las instituciones científicas.

Ante esta disparatada situación ¿qué es lo que ha dicho el organismo encargado por ley de la vigilancia volcánica en Canarias? Como

institución nada, lo único que sabemos, también por declaraciones públicas de algunos de sus responsables, es que no hace falta crear el

Instituto Vulcanológico de Canarias, que para eso ya están ellos. Por si fuera poco, tanto el IGN como el CSIC participan conjuntamente en el programa de vigilancia volcánica de Canarias como se desprende de la información existente de la World Organization of Volcano

Observatories. En la pagina web des esta organización (www.wovo.org) se dice que “Desde 2004, el Instituto Geográfico Nacional es oficialmente responsable de las alertas volcánicas y la vigilancia volcánica mientras que el equipo de investigación del CSIC actúa como su Asesor Científico para mejorar la interpretación sobre los resultados de los trabajos de vigilancia. Ambas instituciones (IGN y CSIC) han constituido una Comisión Científica de evaluación y seguimiento de fenómenos volcánicos en la España que opera desde 2007”. ¿Cómo es posible entonces que sus miembros salgan a la opinión pública con opiniones opuestas a lo establecido por los protocolos internacionales para estos casos? Si el IGN no ha comunicado ningún cambio en el sistema magmático Teide-Pico Viejo ¿en qué se basa esta investigadora para afirmar en una conferencia que está preocupada por el estado de este estratovolcán?

En cuanto a las opiniones del doctor Carracedo hay que encuadrarlas en las continuadas contradicciones que jalonan su carrera investigadora. Pronosticó, junto con Simon Day, el derrumbamiento de Cumbre Vieja en el caso de producirse nuevas erupciones en esta zona de La Palma con consecuencias conocidas por todos. Anunció, con un 80% de probabilidad, una erupción en Tenerife en mayo del 2004 y luego llamó alarmistas a los que formaron el comité científico encargado por la administración del seguimiento de la crisis sismo-volcánica del año 2004. Es el mismo que se cansado de repetir que el volcán de Cumbre Vieja es el más activo del mundo el que ahora dice que estas islas son un remanso de tranquilidad geológica. El que afirmó que la emanación gaseosa de Benijos procedía de la quesería próxima, pero las emanaciones cesaron y la quesería sigue en el mismo sitio y empleando los mismos métodos.

En mi opinión, lo que ha quedado claro es la necesidad de un organismo que se encargue, coordinando a todas las instituciones implicadas con los peligros volcánicos que afectan a Canarias, un centro interdisciplinar dedicado a la a la investigación, la divulgación y a la prevención de riesgos. El Instituto Vulcanológico de Canarias ha sido aprobado por el Senado, solicitado por el parlamento de las Islas y apoyado por la mayoría de las instituciones públicas del Archipiélago, alguien deberá explicar el retraso de una institución que, situaciones como esta, demuestran su imperiosa necesidad.

Eustaquio Villalba Moreno

El archipiélago es el único territorio volcánicamente activo de España, el peligro de sufrir erupciones es real y cierto, como las hubo en el pasado las habrá en el futuro. Por ello es necesario que la sociedad se dote de un protocolo de actuaciones que permitan minimizar los riesgos para las personas y los bienes. Y, de lo primero que debe hacer un organismo que vele por ello, es informar a la población de manera veraz, responsable y coherente. Pero el CSIC, máxima institución científica del país ha optado por todo los contrario. Investigadores de este organismo se han dedicado a difundir en conferencias y comunicados opiniones que, por ser contradictorias entre sí, una de ellas tiene que ser necesariamente falsa sin que ello implique que la otra también lo sea. La investigadora del Consejo Superior de Investigaciones científicas, Alicia García, dijo en su conferencia que el “Teide pinta feo”, mientras que poco días antes podíamos leer un comunicado de la Consejería de Turismo donde el investigador de CSIC, Juan Carlos Carracedo, decía que Canarias es una región con una peligrosidad geológica de las más bajos del mundo. Esta situación contradictoria es la causa de la tormenta informativa, de la inquietud e la población, de la preocupación en el sector turístico, del enfado de las autoridades de la isla y del desprestigio de las instituciones científicas.

Ante esta disparatada situación ¿qué es lo que ha dicho el organismo encargado por ley de la vigilancia volcánica en Canarias? Como