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OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Lo peor no ha pasado

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María Dolores de Cospedal, la secretaria general de un partido que nos ha mentido una y otra vez incumpliendo su programa electoral, anunciando en numerosas ocasiones propuestas distintas a las que después aprobaba en el Consejo de Ministros o pretendiendo alejarse de Bárcenas?acaba de afirmar, en una reciente visita a Cataluña, que “las verdades a medias son la peor mentira, en política”. Y lo dice con el mayor desparpajo y sin ponerse colorada; como la mejor actriz de reparto, que sabe que está interpretando una ficción. Lo dice la responsable de un partido que cada vez que le conviene pone en marcha una campaña para vendernos farsas interesadas que terminan sabiendo “como la mordedura de algo corrupto” como lo expresa Joseph Conrad en El corazón de las tinieblas.

Se acercan las elecciones europeas y desde el gobierno y su aparato de propaganda se han lanzado a vendernos la gran mentira ?envuelta en un optimismo irresponsable- de que ya hemos salido de la crisis. Se han lanzado a aventar ilusiones electoralistas despreciando el dolor de millones de ciudadanos a los que el gobierno ha dado la espalda y sometido a la exclusión social. Nos repiten una y otra vez que “lo peor ya ha pasado”, que ya hemos dejado atrás las dificultades y que, como nos acaba de decir Rajoy ante Durao Barroso, “tendremos un mañana colmado de días azules y soleados”.

Todo va sobre ruedas. Los voceros del Gobierno no se arrugan cuando se atreven a decirnos que no pueden ser ciertos los datos sobre el paro y la pobreza. Que si fuera así habría un estallido social. Que el porcentaje de parados y de pobres es mucho más bajo porque, en realidad, la mayoría está inmersa en el mercado negro y la economía sumergida. Obvian las redes familiares, los servicios sociales municipales y el trabajo de las onegés. Y el miedo paralizante que se puede transformar en rabia en cualquier momento, con resultados impredecibles.

Y van más allá. El presidente español se va a ver al “jefe del mundo libre”, para ser ungido por él. Y el emperador acabó alabando “el gran liderazgo” de un presidente al que se le desmorona el partido con fuga de votos y de militantes cualificados, al que envuelve la corrupción, los silencios, los engaños y los fracasos? y nos lo venden como un gran éxito. Nos presentaron como un gran triunfo una visita que solo sirvió para hacer ver que en España todo está en venta y muy barato y para prometer al gran vigía de Occidente que se modificaría la Ley Orgánica del Poder Judicial para dejar en papel mojado la justicia universal y liberar así a EEUU de las responsabilidades por la muerte de Ignacio Ellacuría, José Couso, operaciones de la CIA, escuchas ilegales y otros.

Los datos macroeconómicos de estos días, que fluctúan en función de los intereses de los “mercados” y las campañas propagandísticas, chocan de bruces con los contumaces informes que nos han mostrado estos días la EPA y organizaciones como Intermón y Save the Children. Según la Encuesta de Población Activa, España sigue sufriendo una aparatosa hemorragia de pérdidas de puestos de trabajo. Entre octubre y diciembre casi doscientas mil personas han perdido su empleo. En los dos últimos años se han ido al traste más de un millón de puestos de trabajo y el número de parados ha aumentado en 622.700. El paro vuelve a superar el 26% y la población activa retrocede hasta el nivel de 2008. La Reforma Laboral, vendida como la panacea para la creación de empleo, no ha hecho más que aumentar la precariedad, la inseguridad de los trabajadores y la pérdida de derechos. Y no hay señales por ningún lado que nos indiquen que se creará empleo. Que se reducirá la cifra de los casi seis millones de parados. Que habrá una salida para el 60% de los jóvenes sin ocupación? En fin, que hay un modelo económico alternativo.

Según un informe de Intermón Oxfam, (Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica) España es el segundo país de la UE con un mayor índice de desigualdad, solo superado por Letonia. Los 20 españoles más ricos poseen una fortuna equivalente a los nueve millones de personas más pobres. El coeficiente Gini nos dice que cada vez ganan más los que más tienen en detrimento de los que tienen menos, lo que se traduce en un aumento radical de la pobreza. En su informe 2.826.000 Razones, Save the Children afirma que 2.500.329 menores (casi el 30%) viven bajo el umbral de la pobreza; que 2.826.549 niños ( el 33,8%) viven en España en riesgo de pobreza; que uno de cada tres menores de 18 años se encuentra en riesgo de exclusión; que estamos a la cola de la UE en inversión en infancia?

Desgraciadamente, los datos son aún más dramáticos y contundentes. La deuda pública española es la tercera de Europa que más crece (10.000 millones al mes) mientras hemos hipotecado el 25% del PIB (casi 250.000 millones de euros) en recuperar el sector bancario. Que cientos de pymes y autónomos siguen cerrando cada día. Que los sueldos y las pensiones continúan cayendo. Que se han reducido las prestaciones a los dependientes y que los presupuestos de los servicios sociales, la educación y la sanidad han disminuido en más de 20.000 millones. Que casi dos millones de hogares tienen a todos sus miembros en el paro. Que casi 700.000 familias no ingresan ninguna cantidad de dinero. Que más de trece millones de personas se encuentran en la exclusión social y tres millones padecen pobreza severa. Que la tasa de riesgo de pobreza supera el 21%. Que, tras Chipre, España es el país europeo que más ha bajado los salarios en 2013. Que la renta per cápita ha retrocedido 14 años. Que soportamos un 26% de inflación. Que cuatro millones de ciudadanos padecen pobreza energética. Que el Foro Económico Mundial nos dice que solo Egipto, Ghana y Venezuela tiene más desequilibrios en sus cuentas públicas que España. Que el índice del bienestar familiar se aleja cada año más del promedio europeo? Y mientras esto sucede, más de 90.000 millones se evaden cada año, el 99% de las empresas del Ibex tienen fondos en paraísos fiscales y la corrupción se encuentra enraizada en las entrañas del poder?

Nos mienten diciéndonos que lo peor ha pasado, pero no nos explican cuántos años tardaremos en volver a andar lo desandado. Cuánto tiempo seguirán sufriendo millones de personas. Qué alternativas de desarrollo está planteando el gobierno. Qué modelo económico se pretende. Cuándo empezaran los bancos a conceder créditos. Qué opciones se plantean a las exportaciones que eran el no va más y ahora caen en picado. Cómo se va a remediar el fiasco de la reforma energética.

Por lo pronto los que imponen el modelo y gobiernan desde fuera (la Comisión, el BCE y el FMI) acaban de señalar que España deberá seguir manteniendo su “determinación” en materia de ajustes y de reformas y que se deberán ajustar aún 37.000 millones más. Y piden a los jueces que sean más flexibles con los despidos para cumplir con los objetivos. Y demandan que se bajen los salarios. También la OCDE cree que la situación ha mejorado, pero plantea y exige nuevas reformas y ya se habla de las pensiones, el salario mínimo, las privatizaciones que quedan y la reducción de los servicios públicos.

Sin duda, nos queda aún mucho y malo por llegar. Rajoy solo ha empezado a decir algo acuciado por el periodo preelectoral. Hasta ahora únicamente han habido displicencias y engaños (“no habrá copago sanitario”, “no se abaratará el despido”, “no vamos a reducir las prestaciones de desempleo”, “se garantizará siempre el poder adquisitivo de las pensiones”, “no se empleará dinero público para sanear a los bancos”, “no se subirán los impuestos”?). Pero el discurso de la inevitabilidad de las medidas ha servido también para imponernos un modelo ideológico retrogrado y neoconservador con la Ley de Seguridad Ciudadana, la Ley del Aborto en ciernes, la Ley de Racionalización de la Administración Local, la LOMCE, la reforma judicial, el control de los órganos judiciales, el carpetazo a la justicia universal?

El déficit democrático se agranda cada día. Los ciudadanos no se sienten representados. La percepción de que se gobierna para unos pocos es cada vez mayor. Un amplio sector de la sociedad se siente abandonado. Se está destruyendo un considerable tejido social imprescindible para la existencia de la democracia. Desde luego no parece que lo peor haya pasado. Es la realidad. Dura. Gris. Pero podemos cambiarla. Como consiguió hacerlo la gente de la marea blanca madrileña o los vecinos de Gamonal.

María Dolores de Cospedal, la secretaria general de un partido que nos ha mentido una y otra vez incumpliendo su programa electoral, anunciando en numerosas ocasiones propuestas distintas a las que después aprobaba en el Consejo de Ministros o pretendiendo alejarse de Bárcenas?acaba de afirmar, en una reciente visita a Cataluña, que “las verdades a medias son la peor mentira, en política”. Y lo dice con el mayor desparpajo y sin ponerse colorada; como la mejor actriz de reparto, que sabe que está interpretando una ficción. Lo dice la responsable de un partido que cada vez que le conviene pone en marcha una campaña para vendernos farsas interesadas que terminan sabiendo “como la mordedura de algo corrupto” como lo expresa Joseph Conrad en El corazón de las tinieblas.

Se acercan las elecciones europeas y desde el gobierno y su aparato de propaganda se han lanzado a vendernos la gran mentira ?envuelta en un optimismo irresponsable- de que ya hemos salido de la crisis. Se han lanzado a aventar ilusiones electoralistas despreciando el dolor de millones de ciudadanos a los que el gobierno ha dado la espalda y sometido a la exclusión social. Nos repiten una y otra vez que “lo peor ya ha pasado”, que ya hemos dejado atrás las dificultades y que, como nos acaba de decir Rajoy ante Durao Barroso, “tendremos un mañana colmado de días azules y soleados”.