Espacio de opinión de Canarias Ahora
Permiso para ser padres
El Gobierno ya ha anunciado su intención de extender este permiso a un mínimo de 15 días, que no es la panacea pero que resulta bastante más razonable. Al menos se contempla la llegada de un hijo como un acontecimiento relevante, que exige atención, dedicación y un profundo cambio en las vidas de los padres.Esta medida ha sido aprobada con los votos de todos los grupos parlamentarios, a excepción del PP. ¿Qué tendrán que objetar a un permiso más amplio de paternidad? Hay cuestiones que exigen mojarse, y ésta era una de ellas. Este nuevo permiso es independiente de las 16 semanas que tiene la madre, de las que 8 pueden ser compartidas por el padre. De modo que puede darse el caso de unos padres que compartan permiso durante los primeros 15 días de vida de su hijo, que luego la madre prosiga de baja hasta que el niño cumpla dos meses y que los dos meses siguientes sea el padre quien se haga cargo del pequeño. Esto, además de favorecer la relación entre padres e hijos, supone también un importante espaldarazo para las mujeres. Dado que ya no serán ellas las únicas que den Âproblemas a las empresas cuando se quedan preñadas. Si los hombres asumieran más y mejor este papel, las bajas llegarían a equipararse y, de esa manera, se consideraría normal y no gravoso que una persona, sea hombre o mujer, tenga el tiempo que le corresponde para criar a su bebé.En estos momentos, cuando una mujer se queda embarazada, en la mayor parte de las empresas Âse crea un problema. Primero su sustitución y después su reincorporación, se presupone que hipotecada porque parte de su atención la absorberá el niño. Así que a muchas madres jóvenes se las aparca en las promociones laborales por considerarlas algo así como Âmaterial de segundaÂ. ÂYa no dan el 100 %Â, he oído decir. Quizá porque son ellas las que siguen acudiendo al médico, a la guardería o al colegio y a casa corriendo cuando su hijo lo necesita, mientras el padre sigue progresando y dedicando el 100 % de su atención al trabajo.Ya sé que suena a tópico feminista y trillado, pero eso no lo hace menos cierto.
Esperanza Pamplona
El Gobierno ya ha anunciado su intención de extender este permiso a un mínimo de 15 días, que no es la panacea pero que resulta bastante más razonable. Al menos se contempla la llegada de un hijo como un acontecimiento relevante, que exige atención, dedicación y un profundo cambio en las vidas de los padres.Esta medida ha sido aprobada con los votos de todos los grupos parlamentarios, a excepción del PP. ¿Qué tendrán que objetar a un permiso más amplio de paternidad? Hay cuestiones que exigen mojarse, y ésta era una de ellas. Este nuevo permiso es independiente de las 16 semanas que tiene la madre, de las que 8 pueden ser compartidas por el padre. De modo que puede darse el caso de unos padres que compartan permiso durante los primeros 15 días de vida de su hijo, que luego la madre prosiga de baja hasta que el niño cumpla dos meses y que los dos meses siguientes sea el padre quien se haga cargo del pequeño. Esto, además de favorecer la relación entre padres e hijos, supone también un importante espaldarazo para las mujeres. Dado que ya no serán ellas las únicas que den Âproblemas a las empresas cuando se quedan preñadas. Si los hombres asumieran más y mejor este papel, las bajas llegarían a equipararse y, de esa manera, se consideraría normal y no gravoso que una persona, sea hombre o mujer, tenga el tiempo que le corresponde para criar a su bebé.En estos momentos, cuando una mujer se queda embarazada, en la mayor parte de las empresas Âse crea un problema. Primero su sustitución y después su reincorporación, se presupone que hipotecada porque parte de su atención la absorberá el niño. Así que a muchas madres jóvenes se las aparca en las promociones laborales por considerarlas algo así como Âmaterial de segundaÂ. ÂYa no dan el 100 %Â, he oído decir. Quizá porque son ellas las que siguen acudiendo al médico, a la guardería o al colegio y a casa corriendo cuando su hijo lo necesita, mientras el padre sigue progresando y dedicando el 100 % de su atención al trabajo.Ya sé que suena a tópico feminista y trillado, pero eso no lo hace menos cierto.
Esperanza Pamplona