Espacio de opinión de Canarias Ahora
PP, niños y jóvenes migrantes... y Clavijo
El escenario es singular… y terrible.
Singular, porque el panorama al que estábamos acostumbrados era el de Coalición Canaria enfrentándose a Gobiernos presididos por el PSOE a propósito de incidencias varias: algunas de más trascendencia para Canarias, como lo fue en su día una de las tantas negociaciones sobre el REF que les sirvió de excusa para cometer una felonía -marca de la casa- y romper el Gobierno presidido por Jerónimo; y otras, como el proyecto de macropuerto de Granadilla, en fin… con el que estuvieron chantajeando a Zapatero hasta decir basta.
Pero ahora es distinto. Porque gobierna Pedro Sánchez y porque el Gobierno y el ministro Ángel Víctor Torres vienen haciendo un denodado esfuerzo para lograr el cambio de la Ley de Extranjería que establecería un reparto obligatorio y solidario de los jóvenes migrantes entre todas las comunidades autónomas. Y porque quien se revuelve como gato panza arriba contra esa reforma legal es el Partido Popular (a rastras de los neofranquistas de Vox) para no dejar a merced de Vox todo el reclamo de xenofobia y de odio a los emigrantes, ni el voto de los sectores de la sociedad española imbuidos por esos eslóganes repugnantes.
Y porque, una vez más y no por casualidad, el PP canario es quien aupó y mantiene a Clavijo en la presidencia del Gobierno de Canarias, después de haber perdido las elecciones.
Estaba esperando un aullido clavijista acusando a sus socios de ser “medianeros” de sus jefes de Madrid, como se estremecía de puro goce espetándoselo a los socialistas canarios, a propósito de cualquier incidencia o de cualquier quítame allá esa competencia. ¡Pero no! Ni se le ha escuchado ningún aullido, ni siquiera un leve gruñido, ni se escucharán.
¿Es que el PP no está “despreciando” a Canarias?¿Es que, como el colonialismo de siempre, no ignora o pisotea en los territorios de ultramar los mismos valores que proclaman en la Metrópoli, desde el de la dignidad de las personas al de la vida humana?
¿Es que la acogida y el atendimiento de los miles de niños y jóvenes migrantes deben asumirlo en exclusiva el Gobierno y la sociedad canaria?
¿Es que Coalición Canaria no ha utilizado hasta decir basta los episodios de gran afluencia migratoria para soliviantar a los canarios, organizando allá por 2006 la primera y vergonzosa manifestación contra la “invasión” de moros y negros, en pateras y cayucos, “y sin encadenar”, y tratando de equipararnos a Lesbos y Lampedusa cada vez que les ha dado la gana a Clavijo and company?
He comentado en alguna ocasión que, con la Constitución en la mano y los Estatutos de Autonomía, no faltarán argumentos jurídicos para plantear problemas de constitucionalidad a la reforma, por lo demás imprescindible e inaplazable, del artículo 35 de la Ley de Extranjería.
Porque, cuando se aprobó la Constitución, España seguía siendo un país de origen y no de destino migratorio. Y, seguramente por eso, no se hizo el menor distingo entre los menores de aquí y los menores migrantes. Ni en la Constitución ni en los Estatutos que, como el de Canarias (147.2) , asumieron “la competencia exclusiva en materia de protección de menores”. Y que, por eso, sería necesario que dicha reforma se aprobara por consenso. Porque, de lo contrario, la comunidades autónomas del PP, por instinto propio y bajo presión de Vox, recurrirán más que previsiblemente la reforma ante el Tribunal Constitucional. Y, encima, se opondrán y tratarán de boicotear su cumplimiento, cosa que tienen fácil porque será a las autonomías, y no al Estado, a quienes corresponderá su ejecución. Y el problema continuará “a peor, la mejoría”.
Y Clavijo se irá a negociar con lehendakaris y con todos los herederos del pujolismo habidos y por haber… y con quien haga falta, con tal de no echarle un ¡envido, chico fuera! al PP, por la cuenta que le trae. Claro que él sabe que cuenta con la complicidad de los medios de comunicación cuyos dueños y jerifaltes locales no son de las Islas. Y con el de una SER/Canarias irreconocible para quienes somos oyentes habituales de la Cadena SER.
Y con esos blindajes informativos y los de los medios públicos bajo su control, se ha llegado a creer que los demás canarios somos tontos y él, el más listillo de la clase, lo cual no tendría especial trascendencia si no estuviéramos hablando del tema que nos ocupa. Pero eso a Coalición Canaria y a los intereses que representa les da lo mismo. Porque están “ocupados” en otros asuntos.
Los asuntos que de verdad les importan.
El escenario es singular… y terrible.
Singular, porque el panorama al que estábamos acostumbrados era el de Coalición Canaria enfrentándose a Gobiernos presididos por el PSOE a propósito de incidencias varias: algunas de más trascendencia para Canarias, como lo fue en su día una de las tantas negociaciones sobre el REF que les sirvió de excusa para cometer una felonía -marca de la casa- y romper el Gobierno presidido por Jerónimo; y otras, como el proyecto de macropuerto de Granadilla, en fin… con el que estuvieron chantajeando a Zapatero hasta decir basta.