Espacio de opinión de Canarias Ahora
Preguntas
Menos luces tuvo a la hora de responder la pregunta de otra mujer, una navarra que quiso saber cuánto cobraba Rajoy y, de paso, ver si éste le aportaba alguna idea para sobrevivir con los 300 euros de una pensión no contributiva que ella recibía cada mes para vivir. Aquí Rajoy cometió un tremendo error porque no afrontó la pregunta y se fue por peteneras. A lo largo de la semana, y a través de diversos blogs, se ha sabido que Mariano Rajoy percibe 3.000 euros al mes como diputado más otros 5.000 euros mensuales que le paga el PP, por sus servicios, claro está. En total, ingresa unos 20 millones brutos de las antiguas pesetas. Que a todos nos puede parecer una cantidad enorme, y que lo es, sin duda. No obstante, Rajoy era, antes de meterse en política, registrador de la propiedad, un oficio que puede generar sin problemas mayores ingresos de los que percibe actualmente el líder popular. Y así debió de explicarlo. Ciertamente, Rajoy no está en política por dinero. Con todo, se le debió hacer cuesta arriba pasarle estas cifras por el morro a la señora de los 300 euros. Pero siempre es mejor explicar la verdad y explicar que, ciertamente, el suyo tampoco es un oficio fácil, antes que afrontar que la gente se entere por detrás, como si uno tuviera algo de qué avergonzarse. Y Rajoy tiene mucho de qué avergonzarse, sobre todo en los últimos tiempos, pero no creo que sus ingresos sea una de sus vergüenzas.No obstante, este programa de las preguntas de los ciudadanos es interesante desde distintos puntos de vista. Para empezar porque el político se siente obligado a ser más claro, más sincero y más directo que cuando habla con los periodistas. Con lo que enseguida se delatan cuando alguna pregunta les incomoda. Por otra parte, es refrescante escuchar a la gente preguntar de forma sencilla y clara esas cosas que de verdad les interesan o les despiertan la curiosidad. Aunque algunas sean un tanto peregrinas, como aquélla de ÂQué opina usted del cultivo de la remolacha, señor Zapatero?Â.Con todo, hay un viejo dicho al que la prensa recurre mucho que reza así: No hay preguntas impertinentes sino respuestas inconvenientes. Pues eso.
Esperanza Pamplona
Menos luces tuvo a la hora de responder la pregunta de otra mujer, una navarra que quiso saber cuánto cobraba Rajoy y, de paso, ver si éste le aportaba alguna idea para sobrevivir con los 300 euros de una pensión no contributiva que ella recibía cada mes para vivir. Aquí Rajoy cometió un tremendo error porque no afrontó la pregunta y se fue por peteneras. A lo largo de la semana, y a través de diversos blogs, se ha sabido que Mariano Rajoy percibe 3.000 euros al mes como diputado más otros 5.000 euros mensuales que le paga el PP, por sus servicios, claro está. En total, ingresa unos 20 millones brutos de las antiguas pesetas. Que a todos nos puede parecer una cantidad enorme, y que lo es, sin duda. No obstante, Rajoy era, antes de meterse en política, registrador de la propiedad, un oficio que puede generar sin problemas mayores ingresos de los que percibe actualmente el líder popular. Y así debió de explicarlo. Ciertamente, Rajoy no está en política por dinero. Con todo, se le debió hacer cuesta arriba pasarle estas cifras por el morro a la señora de los 300 euros. Pero siempre es mejor explicar la verdad y explicar que, ciertamente, el suyo tampoco es un oficio fácil, antes que afrontar que la gente se entere por detrás, como si uno tuviera algo de qué avergonzarse. Y Rajoy tiene mucho de qué avergonzarse, sobre todo en los últimos tiempos, pero no creo que sus ingresos sea una de sus vergüenzas.No obstante, este programa de las preguntas de los ciudadanos es interesante desde distintos puntos de vista. Para empezar porque el político se siente obligado a ser más claro, más sincero y más directo que cuando habla con los periodistas. Con lo que enseguida se delatan cuando alguna pregunta les incomoda. Por otra parte, es refrescante escuchar a la gente preguntar de forma sencilla y clara esas cosas que de verdad les interesan o les despiertan la curiosidad. Aunque algunas sean un tanto peregrinas, como aquélla de ÂQué opina usted del cultivo de la remolacha, señor Zapatero?Â.Con todo, hay un viejo dicho al que la prensa recurre mucho que reza así: No hay preguntas impertinentes sino respuestas inconvenientes. Pues eso.
Esperanza Pamplona