Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Como rabo de gato

Fayna Brito / Fayna Brito

0

Ahora que en cada esquina nos tropezamos uno de estos centros, la táctica de expansión ha cambiado radicalmente. El edificio se va levantando a la chita callando y cuando nos damos cuenta ya lo tenemos funcionando. Como decía la otra noche Buenafuente en uno de sus geniales monólogos, un día te vas a un descampado a dormir la siesta y cuando te despiertas estás en la sección de congelados del Carrefour. Quizás un poquito antes de la inauguración vemos los carteles publicitarios para darle bombo y platillo a la nueva zona comercial, pero éstos se cuelgan solo cuando ya es seguro que no hay retorno, cuando los locales están apalabrados y la fecha de apertura fijada y bendecida.

Y así se nos va llenando el paisaje de estas moles de espaldas al sol, a las que no les falta ni productos ni pretextos para vender. No les faltan ni productos, ni pretextos, pero si todos ellos venden? ¿quién queda para comprar? Si todo el mundo juega a ser vendedor, ¿a quién le toca el papel del que consume? Pues supongo yo que cada vez seremos menos. No es fácil estar del lado de las ovejas con tanto lobo suelto. Y llegará el momento en que tampoco habrá territorio para colonizar. Así que si no es la falta de compradores la que acaba con la plaga, será la falta de espacio la que lo haga. Eso, si las cosas en Canarias siguen las leyes de la física válidas en el resto del globo, porque siendo este Archipiélago una tierra única, casi todo es posible. Y si no vean esas calles por cuya limpieza paga el Ayuntamiento de Las Palmas sin que se haya demostrado su existencia en este u otro universo paralelo. Quién sabe, a lo mejor las están acondicionando para el próximo centro comercial, y nosotros aquí despotricando. Cómo somos.

Fayna Brito

Ahora que en cada esquina nos tropezamos uno de estos centros, la táctica de expansión ha cambiado radicalmente. El edificio se va levantando a la chita callando y cuando nos damos cuenta ya lo tenemos funcionando. Como decía la otra noche Buenafuente en uno de sus geniales monólogos, un día te vas a un descampado a dormir la siesta y cuando te despiertas estás en la sección de congelados del Carrefour. Quizás un poquito antes de la inauguración vemos los carteles publicitarios para darle bombo y platillo a la nueva zona comercial, pero éstos se cuelgan solo cuando ya es seguro que no hay retorno, cuando los locales están apalabrados y la fecha de apertura fijada y bendecida.

Y así se nos va llenando el paisaje de estas moles de espaldas al sol, a las que no les falta ni productos ni pretextos para vender. No les faltan ni productos, ni pretextos, pero si todos ellos venden? ¿quién queda para comprar? Si todo el mundo juega a ser vendedor, ¿a quién le toca el papel del que consume? Pues supongo yo que cada vez seremos menos. No es fácil estar del lado de las ovejas con tanto lobo suelto. Y llegará el momento en que tampoco habrá territorio para colonizar. Así que si no es la falta de compradores la que acaba con la plaga, será la falta de espacio la que lo haga. Eso, si las cosas en Canarias siguen las leyes de la física válidas en el resto del globo, porque siendo este Archipiélago una tierra única, casi todo es posible. Y si no vean esas calles por cuya limpieza paga el Ayuntamiento de Las Palmas sin que se haya demostrado su existencia en este u otro universo paralelo. Quién sabe, a lo mejor las están acondicionando para el próximo centro comercial, y nosotros aquí despotricando. Cómo somos.