Tenemos razones

Cuando me subí a la guagua, esas que nuestro nuevo alcalde va a sanear, escuché a dos chicos que, totalmente ajenos al resultado electoral, comentaban un partido de fútbol. Me pregunté si sabrían algo de la goleada que metió ayer el PP.

Crucé el parque San Telmo, más lleno que nunca de casetas de campaña y de ''indignados'' durmiendo sobre cartones. Recordé las declaraciones que hicieron anoche tras conocer los resultados; ''ellos no nos representan''.

Mientras compraba el desayuno pude oír como un señor le preguntaba al camarero si había ganado el PP. Bendita ignorancia, pensé.

Al cruzar la calle para entrar en la radio escuché como alguien tarareaba el himno del PP. Era un hombre llevando a su hijo al colegio. Los dos caminaban sonrientes celebrando todavía la victoria.

Es curioso como en menos de media hora podemos ser testigos de reacciones tan diferentes; la señora resignada, los indignados, los que no se enteraron y los que lo siguen celebrando.

¿Y ahora qué? ¿Toca decirle adiós a más derechos, a lo público y a la biodiversidad, y darle la bienvenida a los mercados, al copago y al cemento?

No señor, me niego. No me resigno al ''esto es lo que hay''.

Hoy más que nunca, tenemos razones para seguir luchando.

Cuando me subí a la guagua, esas que nuestro nuevo alcalde va a sanear, escuché a dos chicos que, totalmente ajenos al resultado electoral, comentaban un partido de fútbol. Me pregunté si sabrían algo de la goleada que metió ayer el PP.

Crucé el parque San Telmo, más lleno que nunca de casetas de campaña y de ''indignados'' durmiendo sobre cartones. Recordé las declaraciones que hicieron anoche tras conocer los resultados; ''ellos no nos representan''.