Espacio de opinión de Canarias Ahora
Reforzar la ONU por Elisa Serna
No es un ámbito o espacio para la discusión de las múltiples, variadas y respetables teologías del mundo. Apuntalar, reforzar críticamente a la ONU se convierte así en un asunto de primer orden que nos invita a apagar la tele y aprovechar la aparente paz de Europa, para disponer un café, una copa, en la mesita y sentarnos en el sillón a reflexionar en serio de una vez, a acotar el análisis a las preguntas que a todos nos develan ¿que está pasando en el mundo? ¿Cuál es el papel del Gobierno Laico del Mundo, la ONU? ¿Qué puedo hacer yo?
Apuntes
Hay periodos del pasado y del presente que demuestran que una parte de las sociedades del mundo no han completado su proceso de humanización, de socialización y convivencia pacífica, crítica, pero civilizada. Son periodos tenebrosos, negros para el entendimiento - como el que atraviesa hoy el Oriente próximo -donde el pequeño cerebrito de cocodrilo que aún llevamos insertado en el cerebelo, quisiera volver a su hegemonía cazadora, indiscriminada y cuaternaria. Sí, llevamos cosas que ya no nos sirven para nada bueno y aun no hemos desarrollado el órgano de la paz, la conciencia, en todo su chispeante esplendor. Existen en el mundo otras 23 guerras.
Destrucción
Los brotes de agresividad criminal, de paranoias de destrucción total, de linchamientos, de tomarse la justicia por nuestra propia mano, del ojo por ojo, nos siguen cegando esporádicamente las entendederas, porque existen organizaciones de mucha enjundia en el mundo, financieras, religiosas e industriales, que invierten grandes sumas en eso, en hacernos olvidar que el fin no justifica jamás los medios, que en el nombre del dólar o el euro, de Dios, Alá o Javeh, como escudos hipócritas, se atrincheran personas de dudosa salud mental, que arrastran a las multitudes a actuar como ellos, desde el cerebrito de cocodrilo, mientras ocultan su avaricia ignominiosa, la explotación salvaje del hombre por el hombre, de los recursos del planeta, de la destrucción parcial o total de las conquistas en derechos humanos y jurisprudencias democráticas, si desatan el genocidio de los derecho habientes.
Señores de la Guerra
Una minoría que acumula las mayores fortunas del mundo y que armada nuclearmente y hasta los dientes, transfieren abundantísimos medios a los Señores de la Guerra, a los catequistas de todas las Iglesias que en el mundo son, a sus poderosos medios de comunicación y espionaje, a sus apabullantes campañas publicitarias televisadas, a sus traficantes legales e ilegales de armamento, para organizar , desde la cuna, el acoso y el bloqueo, la alienación las capacidades lógicas, racionales, solidarias con los débiles, innatas en el ser humano o para la conquista de territorios que no les pertenecen, sino a sus habitantes naturales.
Mi verdad
La bondad, como los derechos nacen innatas en el ser humano, esta es mi verdad y la de un pobladísimo tejido social en todo el mundo, grupos y personas resueltos a usar solo la palabra, el conocimiento, la educación, la negociación, el acuerdo, los pactos, como única arma civilizada para resolver los conflictos sociales internos o externos: sus paises vecinos. Los mejores, entre ellos, los más consecuentes, han ido siendo nombrados representantes en el Gobierno Laico del Mundo, la ONU.
Sin sangre
A mi juicio, nada es más útil, oportuno, pertinente y civilizador, que apoyar críticamente, pero con todas nuestras fuerzas las Resoluciones y acciones que se acuerdan en la ONU. Tardaremos algo más por esta vía pacífica, pero tras nosotras y nosotros no quedará ningún reguero de sangre humana, ni siquiera “será derramada, para el perdón de los pecados”. ¿De qué pecados?
(*) Elisa Serna es cantautora, ex presa, represaliada política y articulista de elplural.com Elisa Serna *
No es un ámbito o espacio para la discusión de las múltiples, variadas y respetables teologías del mundo. Apuntalar, reforzar críticamente a la ONU se convierte así en un asunto de primer orden que nos invita a apagar la tele y aprovechar la aparente paz de Europa, para disponer un café, una copa, en la mesita y sentarnos en el sillón a reflexionar en serio de una vez, a acotar el análisis a las preguntas que a todos nos develan ¿que está pasando en el mundo? ¿Cuál es el papel del Gobierno Laico del Mundo, la ONU? ¿Qué puedo hacer yo?
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