Espacio de opinión de Canarias Ahora
San Dimas, el buen ladrón
El caso es que sentenciaron la muerte de Jesús. Luego llevaron a Jesús al Calvario y allí lo clavaron en una cruz entre dos ladrones. Cuenta San Lucas que uno de los ladrones insultó a Cristo y después lo retó: “Si eres el Mesías sálvate a ti y sálvanos a nosotros”. El otro ladrón pidió respeto para Jesús y dijo “nosotros recibimos digno castigo de nuestras obras, pero este nada malo ha hecho”. Y le pidió al Mesías “acuérdate de mi cuando llegues a tu reino”, y Jesús le respondió: “En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso”. Según dejó escrito San Lucas, el buen ladrón se llamaba Dimas.
La operación policial y judicial que se desarrolló ayer en el ayuntamiento de Arrecife de Lanzarote viene a recordarnos que la población conejera no es nada original. Siempre apoyaron a Barrabás, que se presentaba disfrazado de buen ladrón con el nombre de San Dimas. Las elecciones le abrían las puertas del paraíso. Pero hay causas en las que no interviene el jurado popular, por eso San Dimas entró en la cárcel. Hace apenas unos días San Dimas se definía como un perseguido político. Nos venía a decir que nunca robó.
Pero parece que Tahíche no es exactamente el Calvario. No clavan a los ladrones a una cruz, ni los dejan morir desangrados. En Tahíche te dan de comer, te ponen una cama, y te permiten hablar con tu hija, que ha tenido la suerte de llegar a jefa de contrataciones del ayuntamiento. Sería injusto culpar sólo al pueblo conejero de la defensa de Dimas Martín. Excepto Alternativa Ciudadana, todas las fuerzas políticas han pactado con el PIL cuando han podido. Todo el mundo sabía que Tahíche no es el calvario, y que San Dimas no estaba retirado en el paraíso. Su hijo reconoció hace sólo una semana en televisión la influencia que ejerce su padre.
La rueda de prensa de Carlos Espino, líder del PSOE en Lanzarote, dejó mudos al PP y a Coalición Canaria. La ruptura del pacto en el ayuntamiento y la suspensión de militancia de los socialistas implicados podría estar marcada por la agenda electoral. Pero el PP también se la juega en estas elecciones, y la operación Unión se producía el mismo día que veíamos la foto de Mariano Rajoy rindiendo un homenaje a Francisco Camps, el PP Manolo valenciano, que odia las tarjetas de crédito y también tiene una esposa que guarda dinero en metálico para afrontar los pagos de los placeres mundanos.
Hoy me apetece hacer el papel de Jesucristo, quiero salvar a San Dimas del calvario y recuperarlo para el paraíso, por eso voy a darle algunos consejos a los dirigentes oficiales del PIL. Deben intentar desprestigiar a la Guardia Civil, al juez y a todos los que han realizado la operación Unión. Sería bueno localizar al empresario que presentó la primera denuncia sobre cobro de comisiones ilegales hace un año. Deben averiguar si algún periodista de CANARIAS AHORA pasaba por allí. Inviten al empresario a echarse unos vinos en alguna bodega, graben la reunión. Después seleccionen las frases más interesantes para ustedes, si tienen que quitar alguna palabra verdadera pues la borran. Luego envíen la grabación a alguna revista amiga a la que deben prometer la contratación de una gran campaña publicitaria con dinero público. Después manden la grabación a otros medios de comunicación.
Una vez creado el ambiente de pocilga general vayan a los evangelios. Donde pone San Lucas y San Marcos tachen la palabra “San” y pogan “periodista”. Luego añadan “San” a Barrabás. Tachen el nombre de “Pilatos” y pongan encima “PP Manolo” en el capítulo en el que el líder se lava las manos. Una vez montada la gran conspiración, se trata de volver a escribir unos evangelios apócrifos donde los nuevos evangelistas sembrarán las dudas sobre todo lo investigado y escrito. Convertiremos a Barrabás en nuestro Mesías, lo pasearemos por los púlpitos subvencionados y nos repartiremos el maná enviado por los dioses. En Gran Canaria esta operación ha tenido algunos resultados por ahora. ¿Por qué no lo intentan en Lanzarote?
Juan GarcÃa Luján
El caso es que sentenciaron la muerte de Jesús. Luego llevaron a Jesús al Calvario y allí lo clavaron en una cruz entre dos ladrones. Cuenta San Lucas que uno de los ladrones insultó a Cristo y después lo retó: “Si eres el Mesías sálvate a ti y sálvanos a nosotros”. El otro ladrón pidió respeto para Jesús y dijo “nosotros recibimos digno castigo de nuestras obras, pero este nada malo ha hecho”. Y le pidió al Mesías “acuérdate de mi cuando llegues a tu reino”, y Jesús le respondió: “En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso”. Según dejó escrito San Lucas, el buen ladrón se llamaba Dimas.
La operación policial y judicial que se desarrolló ayer en el ayuntamiento de Arrecife de Lanzarote viene a recordarnos que la población conejera no es nada original. Siempre apoyaron a Barrabás, que se presentaba disfrazado de buen ladrón con el nombre de San Dimas. Las elecciones le abrían las puertas del paraíso. Pero hay causas en las que no interviene el jurado popular, por eso San Dimas entró en la cárcel. Hace apenas unos días San Dimas se definía como un perseguido político. Nos venía a decir que nunca robó.