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Secuestrados en los aeropuertos

Fuera de las Islas se hace difícil explicar lo importante que es para nosotros el transporte aéreo. Te dicen, sí, claro, y se ponen a otra cosa. Pero quienes lo sufrimos a diario sabemos que sin un buen sistema de comunicaciones por aire no sólo se complica la vida cotidiana, sino el turismo, la economía, el comercio y, en fin, el presente y el futuro de las islas, que quedan hipotecados. Todos los isleños hemos tenido que tragarnos esas demoras y sabemos hasta qué punto pueden afectarnos.

En estos días, al principio de estas navidades, los problemas se achacaron a distintos temporales. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido sabiendo que detrás de este asunto está, una vez más, un pequeño grupo de privilegiados que viven como Dios y que utilizan a los canarios y las canarias como rehenes en su lucha por conquistar aún más privilegios de los que ya tienen. Son los controladores aéreos, que, como ha quedado de sobra demostrado, están llevando a cabo una huelga encubierta en las fechas en las que más joden a la gente.

Aquí no se trata de echar mierda sobre un colectivo porque sí. Seguro que hay personas trabajadoras y conscientes entre ellos. Pero es que tampoco es la primera vez que ponen a esta región patas arriba por medrar más de los recursos de todos para seguir alimentando su ya de por sí inflada cuenta corriente. Un gobierno en su sano juicio tendría que poner coto a ese pequeño grupo que es capaz de jugar con los sentimientos, la vida y las perras de los demás a su antojo.

Y que no me vengan con el rollo de que cobran tanto porque tienen una enorme responsabilidad, pues se me ocurren al menos diez colectivos profesionales más que tienen tanta o más vidas en sus manos y que no ganan, ni de lejos, 300.000 euros al año, por no hablar de los 900.000 que alguno ha sido capaz de embolsarse.

Así que, desde esta modesta tribuna, le pido a mis gobernantes que hagan todo lo posible por impedir que estos desaprensivos nos sigan secuestrando en los aeropuertos cada vez que que les entra en gana. Lo dicho.

José Naranjo

Fuera de las Islas se hace difícil explicar lo importante que es para nosotros el transporte aéreo. Te dicen, sí, claro, y se ponen a otra cosa. Pero quienes lo sufrimos a diario sabemos que sin un buen sistema de comunicaciones por aire no sólo se complica la vida cotidiana, sino el turismo, la economía, el comercio y, en fin, el presente y el futuro de las islas, que quedan hipotecados. Todos los isleños hemos tenido que tragarnos esas demoras y sabemos hasta qué punto pueden afectarnos.

En estos días, al principio de estas navidades, los problemas se achacaron a distintos temporales. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido sabiendo que detrás de este asunto está, una vez más, un pequeño grupo de privilegiados que viven como Dios y que utilizan a los canarios y las canarias como rehenes en su lucha por conquistar aún más privilegios de los que ya tienen. Son los controladores aéreos, que, como ha quedado de sobra demostrado, están llevando a cabo una huelga encubierta en las fechas en las que más joden a la gente.