Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Selvas sonoras

Estos tejidos sonoros de otras épocas conforman una parte de ese “efecto capa” que describe la propia compositora, pues ella los entreteje en pasajes disonantes de cuerdas y metales y con otras figuras plenamente experimentales que nos remiten a su inspiración principal: la luz y sus fenómenos. Esos “bucles” o arpegios elípticos del violín y esa disolución de las notas mediante la pulsación y el sostenido son la traslación musical del reflejo y de la intermitencia de la luz, metáfora sutil y espiritual que conmovió a más de uno, incluso a los más acérrimos enemigos de la disonancia, que por cierto ya es antigua, como el automatismo o el informalismo de la posguerra en la pintura europea.

Las encantadoras Hermanas Labèque dieron prueba a continuación de su compromiso con la vanguardia musical con su interpretación del arduo concierto de Berio para dos pianos. Ellas valientes y resueltas, lo han incorporado a su repertorio. Tras un primer movimiento de acentos líricos y lejanos, Berio da rienda suelta a su intrincada escritura musical, a las citas de sus propias composiciones, y a un tutti dominador que alcanza una sombría grandeza disonante. Entiendo que a pocos les guste pero es una obra interesante y digna.

Finalmente, last and not at all least, debemos decir que solo un espléndido director de envidiable precisión como lo es Michael Gielen pudo conducirnos a través de estos difíciles bosques sonoros hasta acabar en la cuarta de Chaikovski. Jonathan Allen

Estos tejidos sonoros de otras épocas conforman una parte de ese “efecto capa” que describe la propia compositora, pues ella los entreteje en pasajes disonantes de cuerdas y metales y con otras figuras plenamente experimentales que nos remiten a su inspiración principal: la luz y sus fenómenos. Esos “bucles” o arpegios elípticos del violín y esa disolución de las notas mediante la pulsación y el sostenido son la traslación musical del reflejo y de la intermitencia de la luz, metáfora sutil y espiritual que conmovió a más de uno, incluso a los más acérrimos enemigos de la disonancia, que por cierto ya es antigua, como el automatismo o el informalismo de la posguerra en la pintura europea.

Las encantadoras Hermanas Labèque dieron prueba a continuación de su compromiso con la vanguardia musical con su interpretación del arduo concierto de Berio para dos pianos. Ellas valientes y resueltas, lo han incorporado a su repertorio. Tras un primer movimiento de acentos líricos y lejanos, Berio da rienda suelta a su intrincada escritura musical, a las citas de sus propias composiciones, y a un tutti dominador que alcanza una sombría grandeza disonante. Entiendo que a pocos les guste pero es una obra interesante y digna.