Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Silogismos y Teide

Si Paulino dijo en su momento que el proyecto de reforma del Estatuto era innegociable con su pronto de nacionalerismo irredento; si el PP lo rechazó por anticonstitucional y “nacionalsocialista” (Roldós dixit) y ahora CC y PP están de acuerdo con el referido texto, es lícito preguntar quién se bajó del burro. Porque, una de dos: o no era tan innegociable o no resultó ser tan anticonstitucional. Alguien tuvo que ceder.Dado que personalmente no me interesa el Estatuto, me ocupo de este episodio sólo como constatación de que nunca debe escupirse al cielo. Porque es blasfemo, porque la escupitina al caer te puede dar en la cara y porque en política, es fama, jamás debe decirse de esta agua no beberé ni este cura no es mi padre. O sea: resultan torpes las declaraciones grandilocuentes de máximos, tipo no moveremos una coma y esto es anticonstitucional, para acabar desnegándose, pudiera decirse.No sé aún de qué van los retoques del texto que dijeron tan innegociable como anticonstitucional, pero por lo visto añadieron una referencia explícita a la unidad de España. Lo que, ya ven, está muy bien porque no sé adonde iríamos a parar si en lugar de una hubiera dos o más.No es despropósito, por tanto, pensar que o Paulino ha tragado malamente para ser presidente o es el PP quien se tragó el sapo a fin de habilitarle a Soria un nuevo centro de acogida y sumar Rajoy los dos votos de ATI-CC en el Congreso. A ellos y no al de Merimé toca explicarlo.Otrosí, el Teide. Dicen del entorno ático que los canariones roemos el cabo de la rasquera tras su declaración de Patrimonio de la Humanidad. Recordaré que cuando todo el mundo era joven, el Teide resultaba ser lugar preferido de los montañeros grancanarios; todavía recuerdo el accidente de Jesús Cantero. Por no hablar de las caminadas asfixiaditas de los entonces estudiantes laguneros. En Gran Canaria conocemos bien la singularidad del Teide por razones geológicas, medioambientales, paisajísticas, históricas, científicas, culturales, simbólicas, etcétera. Es infame utilizarlo miserablemente para seguir envenenando a la gente con mentalidad ática de pueblo chico. Eso pienso, ya que lo preguntan.

Si Paulino dijo en su momento que el proyecto de reforma del Estatuto era innegociable con su pronto de nacionalerismo irredento; si el PP lo rechazó por anticonstitucional y “nacionalsocialista” (Roldós dixit) y ahora CC y PP están de acuerdo con el referido texto, es lícito preguntar quién se bajó del burro. Porque, una de dos: o no era tan innegociable o no resultó ser tan anticonstitucional. Alguien tuvo que ceder.Dado que personalmente no me interesa el Estatuto, me ocupo de este episodio sólo como constatación de que nunca debe escupirse al cielo. Porque es blasfemo, porque la escupitina al caer te puede dar en la cara y porque en política, es fama, jamás debe decirse de esta agua no beberé ni este cura no es mi padre. O sea: resultan torpes las declaraciones grandilocuentes de máximos, tipo no moveremos una coma y esto es anticonstitucional, para acabar desnegándose, pudiera decirse.No sé aún de qué van los retoques del texto que dijeron tan innegociable como anticonstitucional, pero por lo visto añadieron una referencia explícita a la unidad de España. Lo que, ya ven, está muy bien porque no sé adonde iríamos a parar si en lugar de una hubiera dos o más.No es despropósito, por tanto, pensar que o Paulino ha tragado malamente para ser presidente o es el PP quien se tragó el sapo a fin de habilitarle a Soria un nuevo centro de acogida y sumar Rajoy los dos votos de ATI-CC en el Congreso. A ellos y no al de Merimé toca explicarlo.Otrosí, el Teide. Dicen del entorno ático que los canariones roemos el cabo de la rasquera tras su declaración de Patrimonio de la Humanidad. Recordaré que cuando todo el mundo era joven, el Teide resultaba ser lugar preferido de los montañeros grancanarios; todavía recuerdo el accidente de Jesús Cantero. Por no hablar de las caminadas asfixiaditas de los entonces estudiantes laguneros. En Gran Canaria conocemos bien la singularidad del Teide por razones geológicas, medioambientales, paisajísticas, históricas, científicas, culturales, simbólicas, etcétera. Es infame utilizarlo miserablemente para seguir envenenando a la gente con mentalidad ática de pueblo chico. Eso pienso, ya que lo preguntan.