Espacio de opinión de Canarias Ahora
Sitges 2009. Renovando los votos (II)
Con Malice in wonderland, otra de las pequeñas joyas del encuentro, el problema tiene más que ver con la querencia que se tenga con la obra Alice's Adventures in Wonderland, escrita en 1865 por Lewis Carroll (seudónimo del escritor Charles Lutwidge Dodgson). Para los seguidores de dicha obra, Malice in Wonderland es una disparatada, pero ocurrente vuelta de tuerca de relato original.
Como suele ser habitual, secciones como Orient-Express o Animat no defraudaron a los aficionados y a quienes se dejaron seducir por la programación. En la primera, además de las ya mencionadas Huendae y Craw, destacaron títulos como Goemon ?excesiva, pero brillante-; IP Man, o cómo rodar un drama histórico con las artes marciales como maestras de ceremonia; y Merantau, sorprendente thriller marcial con un desenlace no menos sorprendente.
No obstante, el plato fuerte de toda la sección Orient-Express fue, sin lugar a dudas, Vengeance, dirigida por Johnnie To y protagonizada por el cantante y actor y mega estrella francés Johnny Hallyday. Dura, directa, áspera, To logra unificar el noir francés con el thriller hongkonés en un relato donde la familia, la venganza y el honor compiten con unos actores entregados en lograr una cinta inolvidable.
La sección Animat fue una de las estrellas del encuentro, y gracias a la labor de sus programadores y a la mayoría de edad de la animación, hubo para todos los gustos. Desde la disparatadísima Lascars, multicultural película de animación, fiel reflejo de la sociedad urbana de la Francia contemporánea, pasando por la maravillosa Summer Wars ?a la postre, ganadora del premio a la mejor película animada- hasta llegar a grandes clásicos del anime y el manga como Evangelion: 2.0 You can (not) advance; y 20th Century Boys.
La película checa In the Attic: who has a birthday today merece mención especial, al igual que Oblivion island: Haruka and the magic mirror. En el caso de esta última supone uno de los pocos ejemplos de cine de animación pensado para un público infantil y no como el resto de propuestas que llegan hasta los cines ?siendo UP, de Pixar el mejor ejemplo- pensadas para un público totalmente adulto, aunque se traten de películas de animación.
Lo malo es que dudo que Oblivion island: Haruka and the magic mirrow llegue siquiera a tener distribución en DVD en España, algo que privará a los más pequeños de disfrutar de una aventura apasionante.
Sin dejar el campo de la animación, pero dentro del apartado de los cortometrajes, muchos de los cuales de una sobresaliente calidad, comentar tres títulos para los amantes de buscar en youtube. Primero, Le Petit Dragon, ganador del premio e inmejorable homenaje al gran Bruce Lee. Segundo, Allons-y! Allonzo!, noir francés con Jean Paul Belmondo en versión animada. Y tercero, Ink, de la directora australiana Justin Wallace, digno de destacar por el trabajo, la historia y la resolución final.
Hubo tiempo para disfrutar con las nuevas tres dimensiones -ahora digitales Toy Story, The Hole, dirigida por Joe Dante- y ver, otra vez, el tráiler de la esperadísima Avatar, de James Cameron muy a pesar de las sandeces que se escucharon en relación con dicha película.
Termino este recorrido con los siguientes tres títulos: Descent part 2; Mr Nobody; y The Road. La primera continúa con la historia rodada en el año 2005 por Neil Marshall, ahora de la mano de Jon Harris, montador de la primera parte. Tras verla, a uno se le quitan las ganas de dar un paseo por el bosque, aunque sea pequeño, tanto el paseo como el bosque.
Mr Nobody es un atractivo y bien hilvanado juego de casualidades, paradojas temporales y vivencias personales del protagonista, un inspirado Jared Leto quien da vida a Nemo Nobody, personaje absoluto de toda la película. A ratos cuesta seguirla, pero el resultado es realmente satisfactorio.
The Road, película con la que el festival cerró sus puertas, regresa al camino del cine post-apocalíptico, en donde la raza humana se ve obligada a recurrir a sus más bajos instintos para sobrevivir, tal y como lleva varias décadas planteando George Romero en sus películas de zombis. Interpretada por Viggo Mortensen, Robert Duvall, Guy Pearce y Charlize Theron, bajo la dirección de John Hillcoat, su puesta en escena y las conclusiones que se sacan, tras verla, no inspiran a pensar en el futuro que le espera a la raza humana, si las cosas continúan como hasta ahora.
Como comprenderán, en los días que duró el festival hubo muchas más películas que ver, además de las que les acabo de nombrar pero, desgraciadamente, hay que dejar algún tiempo para dormir y comer, aunque viendo películas se puede comer perfectamente.
De todas maneras, les invito, como cada vez que cubro un festival, a que vengan a Sitges y disfruten de las experiencias que lleva aparejado un encuentro como éste.
Y si les gusta, podrán firmar algún contrato como el que les comentaba al empezar este artículo. Les aseguro que merece la pena, ambas cosas, sobre todo venir al festival de Sitges.
Eduardo Serradilla Sanchis
Con Malice in wonderland, otra de las pequeñas joyas del encuentro, el problema tiene más que ver con la querencia que se tenga con la obra Alice's Adventures in Wonderland, escrita en 1865 por Lewis Carroll (seudónimo del escritor Charles Lutwidge Dodgson). Para los seguidores de dicha obra, Malice in Wonderland es una disparatada, pero ocurrente vuelta de tuerca de relato original.
Como suele ser habitual, secciones como Orient-Express o Animat no defraudaron a los aficionados y a quienes se dejaron seducir por la programación. En la primera, además de las ya mencionadas Huendae y Craw, destacaron títulos como Goemon ?excesiva, pero brillante-; IP Man, o cómo rodar un drama histórico con las artes marciales como maestras de ceremonia; y Merantau, sorprendente thriller marcial con un desenlace no menos sorprendente.