Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

No es sólo el coche de Benach

No se trata de cuestionar el Estado Autonómico, pero es hora de que se haga público lo que cuestan la administración del Estado y las distintas administraciones autonómicas. Y que se aclare si el aumento de los gastos que suponen las autonomías , se ha visto compensado por una correspondiente disminución de los costes en la administración central o, por el contrario, se ha añadido a los mismos.

Peró aún es más importante que se calcule y se denuncie lo que despilfarran unas y otra. De ahí vendría el gran escándalo. No sólo del coche de Benach, que, a fin de cuentas, es el chocolate del loro. Los grandes derroches del dinero público se producen en el aumento disparatado de funcionarios, en las reformas caprichosas de ministerios y consellerias, en los viajes injustificados, en los actos de protocolo, en los informes inútiles, en las comisiones, en las delagaciones, dietas y regalos sin sentido.

¿Quién controla todo esto? Instituciones para ello las hay, pero su politización, su ineficiencia e incluso su complicidad, les lleva al silencio, a no comprometerse, a no desenmascararse a sí mismas, ya que con frecuencia chupan del mismo bote.

El coche del president Benach, por cuyos nueve mil euros de supuesto exceso en accesorios ha tenido que pedir perdón y retirarlos por la presión mediática, no puede ser la tapadera ni la excusa para no entrar a fondo y airear el despilfarro generalizado en el Estado y en las Autonomias.

Wifredo Espina

No se trata de cuestionar el Estado Autonómico, pero es hora de que se haga público lo que cuestan la administración del Estado y las distintas administraciones autonómicas. Y que se aclare si el aumento de los gastos que suponen las autonomías , se ha visto compensado por una correspondiente disminución de los costes en la administración central o, por el contrario, se ha añadido a los mismos.

Peró aún es más importante que se calcule y se denuncie lo que despilfarran unas y otra. De ahí vendría el gran escándalo. No sólo del coche de Benach, que, a fin de cuentas, es el chocolate del loro. Los grandes derroches del dinero público se producen en el aumento disparatado de funcionarios, en las reformas caprichosas de ministerios y consellerias, en los viajes injustificados, en los actos de protocolo, en los informes inútiles, en las comisiones, en las delagaciones, dietas y regalos sin sentido.