Espacio de opinión de Canarias Ahora
La teoría del foco
Veo los últimos capítulos del caso Tebeto y me acuerdo de aquellas montañas de basura y de la importancia del foco. Llegó la sentencia millonaria. Muchos que no se habían leído la sentencia encendieron el foco, y señalaron a una jefa de servicio que pasaba por allí. La jefa ocupa hoy un importante cargo en el partido de la oposición. Foco para la señora, sin límites de potencia. Las baterías se pagaban con dinero público. Esa señora dijo: eh, un momentito. Tengo aquí unos datos. Préstenme el foco. Y abrió un libro de familia. Fíjense: aquí tenemos al hermano, que aprueba una licencia ilegal. Después el empresario recurre al tío carnal, que hace un informe de la montaña absolutamente exagerado y manipulado y lo presenta ante el juez. La montaña-dice el tío- vale más de 100 millones de euros. Después el juez le da toda la razón al tío del consejero, contratado por el dueño de la montaña.
Sigan con el foco alumbrando este libro de familia. El sobrino del tío que había aprobado la licencia ya no está en el puesto de consejero. Y resulta que el que tiene la llave de la caja donde están los 100 millones es el hermano del exconsejero y también sobrino del mismo tío que hizo el millonario informe. La diputada señala con el foco el escandaloso libro de familia y el papel jugado por el tío y sus dos sobrinitos. ¿Cuál fue la respuesta? El sobrinito reacciona, trinca el foco y señala para la diputada. Durante unas semanas vemos a la diputada como sospechosa. Le dedican penosos versos, la vetan para comisiones de investigación. Los mismos parlamentarios que en el caso eólico también apuntaron con su foco a un socialista que pasaba por allí y a este periódico digital, los mismos que usaron el foco para tapar la ineptitud, negligencia y otras cosas del mismo hermanísimo negligente de Tebeto, esos mismos diputados señalaron a su compañera del PSOE. Pero como el asunto no se sostenía, cambiaron la dirección y después empezaron a iluminar la sentencia, sin señalar al juez, y después iluminaron la tasación de la sentencia sin señalar al tasador (porque a la familia hay que cuidarla).
Ahora han cambiado de estrategia. Soltaron el foco los parlamentarios que apoyan al gobierno y han decidido cogerlo directamente los miembros del ejecutivo de Paulino Rivero. Esos señores que se reúnen cada martes en Presidencia del Gobierno con el sano objetivo de complicarnos la vida a todos los habitantes de Bananaria se creen muy listos, están tan acostumbrados a verse en la tele, en los periódicos y escucharse en la radio, que se piensan que saben de todo. Por eso el último martes se atrevieron a actuar como expertos iluminadores de televisión. Pensaron: vamos a mover el foco. Acostumbrados a los enchufes se piensan que saben de electricidad y creen que para manejar un foco hay que ser electricista. Pero últimamente se ha visto que no saben ni enchufar, porque cuando enchufan a alguien lo queman.
Por eso se vuelven a equivocar en su manejo del foco. Para apuntar con el foco a una jueza hay que saber de leyes más que la magistrada, y no es el caso. José Miguel Ruano, por ejemplo, estudió leyes, y arruinó los presupuestos públicos cuando dirigía los servicios jurídicos del Parlamento y se puso a expropiar casas para ampliar la sede de Teobaldo Power. PP Manolo lleva tres sentencias perdidas en su intento de amedrentar periodistas que denunciaron la caída libre de sus alquileres e ingenieros que denunciaron maniobras indecentes en concursos eólicos. Quieren quemar a una jueza que se atrevió a pedirles a ellos y a la oposición que no manipularan el foco. La jueza cumplió su papel como portavoz de un colectivo social (los portavoces, en democracia, tienen derecho a expresarse). Pero para esta gente la democracia es una oportunidad de convertirse en políticos profesionales y dirigir concursos públicos que permiten gigantes negocios. Ahora se creen que con su foco pueden quemar a la jueza o a sus alrededores. Pero les pasará lo mismo que me ocurrió a mí en el vertedero de Guatemala, se les agotará la batería de su foco, porque además esta batería está cargada de mentiras. Y cuando eso ocurra, los miraré a la cara y me acordaré de aquella señora que en Guatemala supo montar un buen negocio vendiendo sopaboba en medio de montañas de basura. Porque a eso se están dedicando estos señores en el caso Tebeto.
PD: Para perseguir a la jueza Victoria Rosell el Gobierno canario alude a la ley Orgánica del Poder Judicial. Su artículo 418, 3 dice que incurrirán en falta grave los jueces por : “Dirigir a los poderes, autoridades o funcionarios públicos o corporaciones oficiales felicitaciones o censuras por sus actos, invocando la condición de juez, o sirviéndose de esta condición.” En las islas ya hay sentencias que señalan a un señor que censura y amedranta a ciudadanos que quieren ejercer su trabajo amparándose en la libertad de expresión y el derecho a la información, ese señor es el número dos del Consejo de Gobierno que pretende ahora censurar a una jueza.
Juan GarcÃa Luján
Veo los últimos capítulos del caso Tebeto y me acuerdo de aquellas montañas de basura y de la importancia del foco. Llegó la sentencia millonaria. Muchos que no se habían leído la sentencia encendieron el foco, y señalaron a una jefa de servicio que pasaba por allí. La jefa ocupa hoy un importante cargo en el partido de la oposición. Foco para la señora, sin límites de potencia. Las baterías se pagaban con dinero público. Esa señora dijo: eh, un momentito. Tengo aquí unos datos. Préstenme el foco. Y abrió un libro de familia. Fíjense: aquí tenemos al hermano, que aprueba una licencia ilegal. Después el empresario recurre al tío carnal, que hace un informe de la montaña absolutamente exagerado y manipulado y lo presenta ante el juez. La montaña-dice el tío- vale más de 100 millones de euros. Después el juez le da toda la razón al tío del consejero, contratado por el dueño de la montaña.
Sigan con el foco alumbrando este libro de familia. El sobrino del tío que había aprobado la licencia ya no está en el puesto de consejero. Y resulta que el que tiene la llave de la caja donde están los 100 millones es el hermano del exconsejero y también sobrino del mismo tío que hizo el millonario informe. La diputada señala con el foco el escandaloso libro de familia y el papel jugado por el tío y sus dos sobrinitos. ¿Cuál fue la respuesta? El sobrinito reacciona, trinca el foco y señala para la diputada. Durante unas semanas vemos a la diputada como sospechosa. Le dedican penosos versos, la vetan para comisiones de investigación. Los mismos parlamentarios que en el caso eólico también apuntaron con su foco a un socialista que pasaba por allí y a este periódico digital, los mismos que usaron el foco para tapar la ineptitud, negligencia y otras cosas del mismo hermanísimo negligente de Tebeto, esos mismos diputados señalaron a su compañera del PSOE. Pero como el asunto no se sostenía, cambiaron la dirección y después empezaron a iluminar la sentencia, sin señalar al juez, y después iluminaron la tasación de la sentencia sin señalar al tasador (porque a la familia hay que cuidarla).