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Un urbanismo para todos y todas

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad extensa y desestructurada, donde existe una clara división entre Ciudad Alta y Ciudad Baja, que nos ha marcado históricamente. Esta última concentra la mayor parte de los servicios. Los barrios sufren desde hace años carencia de servicios, problemas de transporte y orografía, algo que nos obliga a tener una visión de integración de la ciudad, tratando de acercar los barrios, mejorando infraestructuras, haciendo rutas peatonales o de bici y mejorando el transporte público, eso si, siempre desde una visión de la ciudad transversal.

Por eso estamos elaborando un Plan de Los Riscos, como barrios populares que deben ser rehabilitados, tenemos la estrategia EDUSI (Proyecto de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea) para el Cono Sur, actuamos en Divina Pastora y en el resto de barrios.

Estamos haciendo el Corredor Verde de Tamaraceite y proyectamos edificios de uso cultural en Tamaraceite, Guanarteme y el Cono Sur con el objetivo de acercar las infraestructuras culturales a los barrios.

Por eso preparamos proyectos para la regeneración urbana y social de barrios como San Nicolás o Ciudad del Campo o seguimos con la rehabilitación de Escaleritas, preparamos la rehabilitación de La Paterna, Vega de San José, Tres Palmas, o El Lasso. Solos o con ayuda de otras administraciones, y por eso impulsamos el Plan de Reposición de 120 viviendas en Tamaraceite y preparamos el de las Rehoyas.

Pero a la vez tenemos tres núcleos con alto valor paisajístico urbano, histórico y de arquitectura que son claves para nuestra ciudad: Vegueta-Triana, Perojo y Ciudad Jardín. Es deber de los poderes públicos preservar esos tres núcleos para las futuras generaciones, como forma de potenciar las señas de identidad de la propia ciudad, y como elementos culturales que ayuden a la imagen e identidad para la industria turística, principal fuente de ingresos de la población.

Por eso hemos elaborado el PEP (Plan Especial de Protección) de Vegueta-Triana y empezamos la elaboración del PEP de Perojo y el Plan Director de Ciudad Jardín, como forma de frenar el deterioro y la especulación en esos tres núcleos.

A la vez disponemos de excelentes miradores en la cornisa de la ciudad, que pueden reforzar esa integración entre la parte alta y la baja de la ciudad. No se trata de utilizarlos solo como elementos de apoyo a la industria turística, sino que pueden convertirse también en un eje básico de la comunicación, mediante escaleras o ascensores, entre la parte alta y baja de la ciudad, vinculados por corredores peatonales y/o ciclistas para facilitar los desplazamientos entre las dos partes de la urbe. Por eso estamos elaborando un plan de miradores.

Y como somos una ciudad vinculada al mar, no solo al Puerto sino a través de distintas playas, también estamos ejecutando la pasarela de La Cícer, asumiendo la vieja reivindicación vecinal de tirar el mamotreto de Luzardo, ganando 3.000 metros cuadrados de playa. Por eso ejecutaremos la pasarela Puerto Canteras, para llevar visitantes desde la zona de los cruceros a la playa de las canteras y el mercado del puerto. Por eso ejecutamos el Parque Marítimo para llevar visitantes y ciudadanos desde el puerto a la zona de Mesa y López, conveniamos con el cabildo el paseo de la costa desde la Playa de La Laja hasta Jinamar y mejoramos con zonas de sombra la avenida marítima, pensando no solo en los turistas sino también en todos los vecinos que la usan para pasear o contemplar la vela latina. Reforzar la vinculación de nuestra gente con el mar.

Este es nuestro proyecto de ciudad, una ciudad transversal, que una a los barrios, no que los separe, y que nos permita ganar espacios para el peatón, y preservar y proteger nuestro mayor patrimonio. Una ciudad más amable y más moderna.

En definitiva, un urbanismo para todos y todas.

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad extensa y desestructurada, donde existe una clara división entre Ciudad Alta y Ciudad Baja, que nos ha marcado históricamente. Esta última concentra la mayor parte de los servicios. Los barrios sufren desde hace años carencia de servicios, problemas de transporte y orografía, algo que nos obliga a tener una visión de integración de la ciudad, tratando de acercar los barrios, mejorando infraestructuras, haciendo rutas peatonales o de bici y mejorando el transporte público, eso si, siempre desde una visión de la ciudad transversal.

Por eso estamos elaborando un Plan de Los Riscos, como barrios populares que deben ser rehabilitados, tenemos la estrategia EDUSI (Proyecto de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea) para el Cono Sur, actuamos en Divina Pastora y en el resto de barrios.