Espacio de opinión de Canarias Ahora
A una. Esto no va de ideologías
Desde casa, como la mayoría, salvo esos que nos cuidan, nos protegen, nos proveen y mantienen el orden de las cosas en unas circunstancias absolutamente anómalas, a los cuales muestro, mostramos, profunda admiración y agradecimiento, escribo estas palabras dentro de una situación inimaginable en un mundo hiperconectado, globalizado, capitalista en exceso.
El mundo que creció por encima de sus posibilidades y no se paró pese a las desigualdades, lo hizo por el COVID-19.
Nos acostumbramos a la rapidez de los tiempos, al individualismo deseado, al materialismo y ahora, confinados, probablemente añoremos aquello que nada tiene que ver con estas cuestiones. El virus nos ha devuelto lo emocional, la necesidad del desarrollo en la convivencia, al animal social, a la cercanía, la familia y amigos, los ratitos en compañía, los paseos, el oxígeno, la vida.
Todo volverá y cuesta pensar que después de este shock colectivo será igual, no debe serlo.
Pero antes, debemos ser conscientes de que estas circunstancias que han traído a nuestro lenguaje palabras como la responsabilidad individual y colectiva, comportamiento cívico, coordinación, colaboración y solidaridad también deben partir desde un ejercicio individual hacia la colectividad.
El tiempo de sacar lo mejor de nosotros en la amplitud de la palabra ciudadanos, como también lo mejor de los representantes públicos. Ejemplaridad en la responsabilidad cívica, es lo que pido como ciudadana y reivindico como representante pública. Es tiempo de sumar, de confiar y dar la grandeza que se merece a nuestro aparato, más que nunca hoy, aparato del Estado, nuestros servicios públicos se han desplegado de una forma extraordinaria, es el momento también de revalorizar, lo que todos compartimos, que es aquello justamente que está al servicio de la ciudadanía, el sector público y el Estado.
En el ámbito político, también acostumbrado en los últimos años a estar envuelto de crispación y falta de entendimiento en muchas ocasiones, se ha, se debe producir este parón colectivo que sufrimos, es la hora de ir a una.
Decía un acertadísimo presidente Pedro Sánchez hace unos días “esto no va de territorios, de ideologías, de partidos, va de ganarle la partida al virus. Aquí no nos jugamos ni la imagen, ni la reputación, ni un titular. Esto va de salvar vidas. No cabe el egoísmo”.
Para repetir, una y mil veces cada vez que alguien tenga la tentación de hacer política barata con este asunto. Estar a la altura en estos momentos significa empatía, arropo, apoyo, complicidad, diálogo, transparencia y voluntad. En ese marco es en el que debe moverse la política hoy, no hay otro, no hay más, tenemos que salir de esta, juntos y juntas.
Dar una respuesta sanitaria eficaz y una salida social y económica digna, por ese orden. Por todo ello, dentro de este caos, nos necesitamos. Y es de agradecer que en Canarias, exista, desde esa responsabilidad cívica antes citada, la mano tendida entre todos los grupos políticos con representación parlamentaria para aunar esfuerzos, apoyar al Gobierno, al presidente Torres y tejer conjuntamente el futuro próximo para nuestras islas. A una.
Desde casa, como la mayoría, salvo esos que nos cuidan, nos protegen, nos proveen y mantienen el orden de las cosas en unas circunstancias absolutamente anómalas, a los cuales muestro, mostramos, profunda admiración y agradecimiento, escribo estas palabras dentro de una situación inimaginable en un mundo hiperconectado, globalizado, capitalista en exceso.
El mundo que creció por encima de sus posibilidades y no se paró pese a las desigualdades, lo hizo por el COVID-19.