40 versiones plásticas del Roque Nublo

Cuarenta son los artistas de la Escuela Luján Pérez, que han dado su interpretación y florilegio a la Lírica piedra lunar (a tu sombra yo he nacido, / y a tu sombra quiero amar?) como le cantara el compositor de música popular canaria, el polifacético, nacido en Guía, Néstor Álamo. Música y letra que honran ser el himno de Gran Canaria. Se presentan estos artistas en la sala de arte Club La Provincia de la capital grancanaria en esta muestra plástica a propuesta de su director, Ángel Tristán Pimienta. Los artistas participantes han plasmado sobre distintos soportes artísticos, desde las pinturas, grabados calcográficos, esculturas, etc. sus elucubraciones que este menhir natural, o todo el rededor, les han sugerido.

La originalidad de este proyecto titulado El Roque Nublo, una motivación para la creación está basada en las variadas y originales versiones que han aportado los artistas en general y desde una visión subjetivada. Cada uno con un singular plectro y propuesta, en base a sus experimentaciones y bagajes acumulados por sus prácticas durante bastantes años. Otros, los más neófitos, que renacen para este mundo del arte, son acunados por los artistas de más solera. Como de hecho, es norma en la Escuela Luján Pérez desde sus principios en el tiempo, allá por 1918.

El Roque Nublo no pasa desapercibido para nadie que lo contemple, en su magnitud y en el espacio natural donde se emplaza. Ha sido, es y será, objeto pétreo que despierta la sensibilidad de las motivaciones y sentires artísticos en todos los lenguajes del arte, desde la más cotidiana y documental fotografía, al denodado interés de los fotógrafos artísticos de afamada profesión con la cámara; los pintores, que lo plasman, realista o subjetivamente, sobre sus lienzos y tablas, en variados procedimientos pictóricos; los escultores, con sus distintas materias plásticas, dan forma volumétrica a sus peculiares interpretaciones tridimensionales; los grabadores, que con sus técnicas de los buriles, aguafuertes, aguatintas, resinas, etc., lo representan sobre las planchas y estampaciones. Estos y otros, son los lenguajes con los que han manifestado los artistas de la Luján Pérez para este proyecto artístico de encarnar el dibujo del aquietado y erguido monumento.

Este monolito es un relicto de admiración natural, especialmente por encontrarse en un paraje tan distinto y distintivo, que fascina a todos y arroba de inmediato los sentidos en la fruición de los artistas. El lírico Roque Nublo se ha constituido en el emblemático bastión del sentir de los grancanarios. Ubicado en uno de los espacios más alegóricos de la enigmática geología volcánica de la isla. Este singular monumento pétreo, esculpido por la mater natura (se dice que la naturaleza imita al arte) está situado en cuasi el centro geográfico de la redondez de la isla de Gran Canaria, tan solo desplazado matemáticamente, unos cien metros, aproximadamente. Es declarado Espacio Natural Protegido, en 1987; Espacio de alta sensibilidad ecológica, en1990; y Parque Rural del Nublo, en 1994. Y en un 46% de cumbres y barrancos y la costa adyacente, la isla de Gran Canaria es Reserva Mundial de la Biósfera, desde junio de 2005.

Redivivo por los artistas desde siempre, es un sugerente motivo sensorial para dejar constancia de él en sus obras creacionales de todo tipo. Ante su verticalidad ululan los alisios; el silencio, extremadamente agudo e insonoro del lugar se hace resonante a sus pies, cuando se le visita. La derechura de su místico empinamiento, le hace amistarse con los espacios siderales. Ante él, los aborígenes grancanarios se postraban para sus rogativas y preces, como dios-menhir creador de la eternidad, el sol, la luna y las estrellas. Es el vórtice de la tempestad petrificada, como la definiera Unamuno, en su visita cumbrera en 1910, a Gran Canaria (aunque fuera escrita la frase en Salamanca), además, de ser la segunda altura más sobresalientes de la isla grancanaria sobre el nivel del mar, a 1.813 metros. Y midiéndose dicho Roque Nublo, solo desde su base, tiene una altura de unos setenta metros. Es constantemente abrazado por una gran masa nublosa, que conforman el mar de nubes que humedece, emana gotas acuíferas y deja gélido todo el entorno, desde las medianías isleña. Y en el ocaso solar rivaliza y contrasta con el rosicler (rosado-naranja), que tiñe el cielo crepuscular ?término que tanto usó el genio de la novela Galdós, en sus textos?.

El rocoso Nublo está incorporado a la lista de los mayores altares pétreos y roques insólitos del planeta. En Gran Canaria, junto a los roques Aguayro, Bentayga, Gando, Dedo de Dios, etc. conforman la variedad de montículos pedregosos naturales de los adentros y costas de la isla. Y todos ellos, como ha sido costumbre en las religiones primitivistas, también lo fueron para los vernáculos habitantes de la isla, los aborígenes canarios, antes de la conquista de los castellanos. Junto al Roque Nublo, en el espacio natural cumbrero, se hermanan otros pequeños roques: El Fraile, que desde cierta distancia le idolatra; y La Rana, otra roca enigmática, se conjura y lo venera a su lado. Y ambas le rinden pleitesía a la deidad basáltica del Roque Nublo.

Esta naturaleza pétrea, arbórea y faunal que viven y perviven en todo el entorno de este ecosistema, patrimonio de la naturaleza y de la humanidad ?aunque carezca aún de ese título de honor ecológico, teniendo otros, señalados anteriormente?, deben ser respetados escrupulosamente por todos, tengan cargos políticos eventuales, o por cualquier ciudadano. Nadie se puede erigir en dueño y parte de zonas de la isla grancanaria, instalando negocios extrañados en tan exquisito y protegido lugar, con ánimos lucrativos. Este ecosistema, único y emblemático, merece todos los máximos respetos a su medio ambiente. Que no inventen zarandajas de negocios teleféricos, que alteran la paz del lugar y la naturaleza en su integridad y nobleza con los demás seres vivos que lo habitan.

Cuarenta son los artistas de la Escuela Luján Pérez, que han dado su interpretación y florilegio a la Lírica piedra lunar (a tu sombra yo he nacido, / y a tu sombra quiero amar?) como le cantara el compositor de música popular canaria, el polifacético, nacido en Guía, Néstor Álamo. Música y letra que honran ser el himno de Gran Canaria. Se presentan estos artistas en la sala de arte Club La Provincia de la capital grancanaria en esta muestra plástica a propuesta de su director, Ángel Tristán Pimienta. Los artistas participantes han plasmado sobre distintos soportes artísticos, desde las pinturas, grabados calcográficos, esculturas, etc. sus elucubraciones que este menhir natural, o todo el rededor, les han sugerido.

La originalidad de este proyecto titulado El Roque Nublo, una motivación para la creación está basada en las variadas y originales versiones que han aportado los artistas en general y desde una visión subjetivada. Cada uno con un singular plectro y propuesta, en base a sus experimentaciones y bagajes acumulados por sus prácticas durante bastantes años. Otros, los más neófitos, que renacen para este mundo del arte, son acunados por los artistas de más solera. Como de hecho, es norma en la Escuela Luján Pérez desde sus principios en el tiempo, allá por 1918.