Espacio de opinión de Canarias Ahora
¡Viva el Parkinson!
Si ya era esperpéntico, surrealista y chovinista como presidente de una institución vilmente arrollada por una etiqueta andante ¿Qué comentario se le puede venir a la pluma una vez visto como, castigado en las urnas, se convierte en el clónico de Aznar para posar en la foto del Âtrío de los chibichangasÂ? ¿Y qué decir del mamporrero que mete el nacionalismo oportunista canario por la Puerta de Alcalá para dentro?. La cuestión es seguir apoltronado, embelesado en el glamour de los guardaespaldas, en los viajes en jets privados a pescar sardinas a Camariñas; y el mínimo de Paulo, Paulinín, Âengarrotado por el tétanos de la presidencia, a toda costa, incluida la de la playa de Las CanterasEsto es lo que hemos visto, lágrimas de cocodrilo, aplausos a los cosecheros de denuncias, y un generalizado enfado por la saliva con que se han tejido estos arácnidos la asunción del poder pasándose por el arco de los testes la voluntad mayoritaria de cambio.Y aún más, incluso quienes deben asumir la oposición a la que se deben por ahora, piensan que el común de los canarios somos alumnos aventajados que entendemos el lenguaje con que se nos tortura . Hay peldaños que bajar para hacerse entender, también por la otra parte.Y en medio, la ciudadanía, preguntándose como llegar a fin de mes sin tener que echar un polvo mágico a la dieta por cuantía de dos mil quinientos euros.Hete aquí con don ÂBigote de la Mancha y don ÂRivero del Guadiana y ciento cincuenta mil canarios haciendo viajes para Âempadronarse en el Hierro, pongamos por caso.Esta sociedad se mueve menos que la quijada de un cadáver; por una vez y sin que sirva de precedente, ¡viva el Parkinson!. La suma de perdedores no es la voluntad mayoritaria de los canarios. Esta vez este pacto CC-PP es el Pacto de la Hipotenusa, a la postre es la suma del cuadrado de los catetos. Carlos Juma
Si ya era esperpéntico, surrealista y chovinista como presidente de una institución vilmente arrollada por una etiqueta andante ¿Qué comentario se le puede venir a la pluma una vez visto como, castigado en las urnas, se convierte en el clónico de Aznar para posar en la foto del Âtrío de los chibichangasÂ? ¿Y qué decir del mamporrero que mete el nacionalismo oportunista canario por la Puerta de Alcalá para dentro?. La cuestión es seguir apoltronado, embelesado en el glamour de los guardaespaldas, en los viajes en jets privados a pescar sardinas a Camariñas; y el mínimo de Paulo, Paulinín, Âengarrotado por el tétanos de la presidencia, a toda costa, incluida la de la playa de Las CanterasEsto es lo que hemos visto, lágrimas de cocodrilo, aplausos a los cosecheros de denuncias, y un generalizado enfado por la saliva con que se han tejido estos arácnidos la asunción del poder pasándose por el arco de los testes la voluntad mayoritaria de cambio.Y aún más, incluso quienes deben asumir la oposición a la que se deben por ahora, piensan que el común de los canarios somos alumnos aventajados que entendemos el lenguaje con que se nos tortura . Hay peldaños que bajar para hacerse entender, también por la otra parte.Y en medio, la ciudadanía, preguntándose como llegar a fin de mes sin tener que echar un polvo mágico a la dieta por cuantía de dos mil quinientos euros.Hete aquí con don ÂBigote de la Mancha y don ÂRivero del Guadiana y ciento cincuenta mil canarios haciendo viajes para Âempadronarse en el Hierro, pongamos por caso.Esta sociedad se mueve menos que la quijada de un cadáver; por una vez y sin que sirva de precedente, ¡viva el Parkinson!. La suma de perdedores no es la voluntad mayoritaria de los canarios. Esta vez este pacto CC-PP es el Pacto de la Hipotenusa, a la postre es la suma del cuadrado de los catetos. Carlos Juma