Yolanda Díaz “católica”, el Papa Francisco “comunista”

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Cuando se reunieron Yolanda Díaz y el Papa Francisco en el Vaticano, el mundo se echó a temblar, y la derecha y la extrema derecha a rabiar, enfurecida, enloquecida, calificando muchos de sus dirigentes, tanto del Partido Popular como de Vox, a Francisco como comunista. En pocos días parecía que efectivamente Yolanda Díaz era “católica, apostólica y romana”, y el Papa Francisco un “comunista stalinista”, tales y cuales, un asunto/trasunto de envergadura mundial. Los medios españoles de desinformación, que son mayoría, comenzaron su campaña contra Yolanda Díaz a la que ya ven como una peligrosa futura presidenta de España revolucionando las estructuras que tanto Felipe González, José María Aznar y Juan Carlos Borbón apuntalaron para sostener al “sistema” de la monarquía franquista/borbónica que se está resquebrajando.

Ahora Yolanda Díaz, de una manera muy inteligente, quiere ampliar la coalición de Unidas Podemos a otra muchas más amplia, que posiblemente sea bautizada como Frente Amplio, Unión de la Gente, Plataforma Democrática de España, o alguna definición similar, aunque todavía el titulo quizá esté en la mente de la señora Díaz, y en nadie más, con ciertos escepticismos y recelos de las máximas dirigentes de Podemos, Ione Belarra, Irene Montero, y otras destacadas feministas de la formación morada. La cosa es fácil de explicar, las futuras listas para las elecciones generales de España, porque al haber primarias en todas las circunscripciones es posible que algún@s líderes de Unidas Podemos se puedan quedar relegadas y no tener puestos de salida, y esto es muy duro de aceptar para quienes en algunos casos ya se han profesionalizado en la política. 

Mientras Yolanda Díaz apuesta por incorporar a su amplio abanico a Ana Pantón (Bloque Nacionalista Gallego), Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía), con las dos máximas dirigentes de Elkarrekin Podemos, (Euskadi), Pilar Garrido y Miren Gorrotxategui, con el apoyo de los diputados vascos Juantxo López de Uralde y Roberto Uriarte, y de otro lado las ya decididas confluencias de Ada Colau (Catalunya en Común), Mónica Oltra (Compromis, Valencia) y Mónica García (Mas País Madrid), que apuestan por Yolanda Díaz, y todavía Íñigo Errejón anda defendiendo con uñas y dientes su pequeño chiringuito, aunque la postura de su compañera en Madrid, Mónica García, totalmente partidaria de la señora Díaz, le pone en una difícil situación. 

¿Y Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero?. De momento apoyan claramente a Yolanda Díaz, pero ambos coinciden en que Podemos debe ser el partido nodriza, y en eso hay algunas pequeñas diferencias. Claro que la futura candidata de la izquierda progresista a la izquierda del PSOE ha dicho claramente que si hay egos, posturas partidistas, o exista demasiado ruido desde los pequeños chiringuitos (velada critica a Errejón) está dispuesta a dejarlo todo y mandarse a mudar para su tierra, Galicia.

Me tropiezo con la vecina del quinto en una cafetería de la Playa de Las Canteras, le cuento mis cuitas a cuenta de Yolanda Díaz y el Papa Francisco, y exclama toda sorprendida: ¡Coño, si coño, que después de utilizar esta expresión Pablo Casado en el Congreso nada menos, ahora verá que ya es muy civilizado decir ¡coño!, pues si, me deja usted asombrada defendiendo a la Yolanda Díaz católica y el Papa Francisco comunista, lo que hay que ver a estas alturas, sólo falta que cuando venga Juan Carlos Borbón de Abu Dabi vuelva musulmán, y convierta a toda la familia real al islamismo“. Le digo que no exagere por mi admiración a la señora Díaz, que en mi familia he tenido católicos prácticantes y grandes personas, como mi abuela Asunción Santana ”Maye“, y mi suegro Antonio Pérez Montenegro, un católico de misa diaria antes de entrar en su trabajo de Instaladora Quintana, y además una buena persona. 

“Vale, pero usted que se ha declarado agnóstico toda la vida, a qué coño viene ese apoyo al catolicismo ahora, será una cuestión táctica y estratégica digo yo….”. Le recuerdo que hay curas y curas, que la Iglesia Católica, sus jefes, son todos de derecha y extrema derecha, pero que hay curas progresistas, incluso comunistas, como fueron los casos famosos de Francisco García Salve, Paco el cura como le conocían en sus círculos políticos y eclesiásticos, o el del padre José María de Llanos Pastor, el cura rojo como le conocían en Madrid, el catalán Jaume Botey, un luchador antifranquista, el padre Arcadi OIiveres, o la monja Teresa Forcades, “la lista que le haría sería interminable, ya le digo, hay católicos buenos, progresistas, que apoyan al pueblo”. “¡Vale coño, vale, ya me ha convencido para ir a misa el domingo”, me dijo mi vecina un tanto irónica y cicunspecta.