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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Ni ZP ni Rajoy

No sé cuántos miles de euros o millones de pesetas costó el debate de este miércoles en el Congreso de los Diputados, pero dudo de la necesidad de gastar tanto dinero para escuchar dos discursos construidos por equipos expertos en mercadotecnia y en buscar titulares de periódicos: Zapatero: “ofrezco un pacto”, Rajoy: “echen a este hombre” (versión gallega del váyase señor González). Demasiado derroche de dinero público para ver a dos jugando al pin pon, para que este jueves amanezca con periódicos predecibles: los lectores de El País y Público apoyando a Zapatero, los lectores de ABC, El Mundo y La Razón apoyando a Rajoy, y los editoriales respondiendo a los deseos de los encuestados, para eso, digo yo, no hacía falta gastar cientos de billetes de avión, de hoteles, de taxis, de coches oficiales. El señor José Bono coge todo ese dinero y se lo entrega a varios comedores de Cáritas que están saturados y se va a rezar unos padrenuestros para que el Señor nos ayude a salir de esta crisis.

Tampoco me siento desilusionado. Mentiría si dijera que esperaba una foto final del pleno con ZP y Mariano abrazados después de firmar un pacto. Pero la capacidad de aburrirme que tienen los dos actores protagonistas del bipartidismo español aumenta cada día. Qué nos ofrecieron ayer: el amplio equipo de ZP hizo un estupendo trabajo para escribir 25 folios de brotes verdes en medio de tanto desierto, tanta desolación de paro, tanto contrato basura, tanta economía sumergida, tanto beneficio de la banca, tanto ricachón más rico. El equipo de Rajoy escribió 15 folios para responder a las 25 páginas de ZP que no se habían leído, pero que se la imaginaban (y acertaron). Ni un brote verde, el infierno de Dante y el dedo acusador al demonio de ZP.

Después hablaron los otros partidos que realizan la función de dar colorido al sistema bipartidista. Pero ¿habló alguien de los grandes y groseros beneficios de la banca en este año de aumento del paro?¿Habló alguien de los bancos convertidos en inmobiliarias, quitando el paraguas a los que están enchumbados, robando los pisos a los que han pagado casi todos los intereses y prestando hipotecas sólo a los que compren los pisos robados por los banqueros? ¿Habló alguien de los golfos que tienen contratos blindados y piden despidos gratuitos?¿Señaló alguien a los especuladores del cemento que han blanqueado el dinero comprando a concejales y consejeros autonómicos a costa de montar una burbuja inmobiliaria que reventó en el rostro de los más pobres? ¿Habló alguien de recortar los gastos militares?

No, esos temas no estaban en los discursos de sus señorías. Esas preguntas no deben hacerse en un sistema neoliberal. Estos listillos que acuden al Congreso a aplaudir a sus líderes no pueden hacer preguntas. La política económica seguirá siendo la misma. Si el aumento del desempleo puede provocar un estallido social sacamos al rey al escenario y le pedimos que se reúna con los grandes sindicatos, que les diga: “hay que ser buenos muchachos, que este sistema económico nos da de comer a todos”. “¿A todos, Majestad?”. “Sí, a todos, incluso mi prima Isabel de Borbón, la Marquesa de Balboa, montó la Fundación Ancianos Solitarios Venidos a Menos por si llega la república y nos quitan la pensión”. Pues tiene razón el rey, no hay razones para la lucha. Pacto. Pacto. Pacto y bipartidismo. Esa es la solución.

Juan García Luján

No sé cuántos miles de euros o millones de pesetas costó el debate de este miércoles en el Congreso de los Diputados, pero dudo de la necesidad de gastar tanto dinero para escuchar dos discursos construidos por equipos expertos en mercadotecnia y en buscar titulares de periódicos: Zapatero: “ofrezco un pacto”, Rajoy: “echen a este hombre” (versión gallega del váyase señor González). Demasiado derroche de dinero público para ver a dos jugando al pin pon, para que este jueves amanezca con periódicos predecibles: los lectores de El País y Público apoyando a Zapatero, los lectores de ABC, El Mundo y La Razón apoyando a Rajoy, y los editoriales respondiendo a los deseos de los encuestados, para eso, digo yo, no hacía falta gastar cientos de billetes de avión, de hoteles, de taxis, de coches oficiales. El señor José Bono coge todo ese dinero y se lo entrega a varios comedores de Cáritas que están saturados y se va a rezar unos padrenuestros para que el Señor nos ayude a salir de esta crisis.

Tampoco me siento desilusionado. Mentiría si dijera que esperaba una foto final del pleno con ZP y Mariano abrazados después de firmar un pacto. Pero la capacidad de aburrirme que tienen los dos actores protagonistas del bipartidismo español aumenta cada día. Qué nos ofrecieron ayer: el amplio equipo de ZP hizo un estupendo trabajo para escribir 25 folios de brotes verdes en medio de tanto desierto, tanta desolación de paro, tanto contrato basura, tanta economía sumergida, tanto beneficio de la banca, tanto ricachón más rico. El equipo de Rajoy escribió 15 folios para responder a las 25 páginas de ZP que no se habían leído, pero que se la imaginaban (y acertaron). Ni un brote verde, el infierno de Dante y el dedo acusador al demonio de ZP.