El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
¿Acampamos o no acampamos?
Que la acampada, tanto la salvaje como la más acomodada, constituye práctica habitual del canario es cosa sabida por todos. Hay acampadas de movi-l home, de autocaravana, de caseta de campaña y de colchoneta a cielo raso. La naturaleza y la climatología son aliadas de esa afición mientras los Ayuntamientos hacen lo indecible por regularla. Hace poco se supo por la prensa local de la radical prohibición del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana de acampar en las playas del municipio, lo que llegnó de indisimulado cabreo a los aficionados. Uno de los más activos, Carmelo Santana, campista de toda la vida, se preguntaba este viernes cómo era posible que a él y a muchos más les prohíban este tipo de actividades en las playas del sur grancanario mientras un nutrido grupo de personas celebraban, acampadas en la playa de Las Carpinteras, un multitudinario cumpleaños con permiso municipal. Nos falta por saber qué facción del Ayuntamiento dio la autorización.
Que la acampada, tanto la salvaje como la más acomodada, constituye práctica habitual del canario es cosa sabida por todos. Hay acampadas de movi-l home, de autocaravana, de caseta de campaña y de colchoneta a cielo raso. La naturaleza y la climatología son aliadas de esa afición mientras los Ayuntamientos hacen lo indecible por regularla. Hace poco se supo por la prensa local de la radical prohibición del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana de acampar en las playas del municipio, lo que llegnó de indisimulado cabreo a los aficionados. Uno de los más activos, Carmelo Santana, campista de toda la vida, se preguntaba este viernes cómo era posible que a él y a muchos más les prohíban este tipo de actividades en las playas del sur grancanario mientras un nutrido grupo de personas celebraban, acampadas en la playa de Las Carpinteras, un multitudinario cumpleaños con permiso municipal. Nos falta por saber qué facción del Ayuntamiento dio la autorización.