El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Adán resucita el código ético
Siempre hemos dicho aquí que Adán Martín quiere pasar a la historia de la nacionalidad como el presidente que se marchó del cargo sin una mancha de corrupción en su expediente. Ése es su deseo, pero otra cosa es que lo consiga, particularmente por presidir el órgano colegiado que preside. Este martes, en el debate de la nacionalidad, el presidente lanzó algunos anuncios bienintencionados que tratan de jugar con un factor acreditado: la mala memoria del personal. Adán Martín habló de corrupción, y empleó algunos recursos literiarios para tratar de minimizar al máximo los efectos de este tumor sobre su Gobierno. Entre otras cosas lanzó la idea de un código ético y prácticas de buen gobierno. Una lástima, por lo tanto, que haya sido su propio partido, Coalición Canaria, el que hace unos años fuera el único que se negó a suscribir aquel famoso código ético que propuso la Fundación Pedro García Cabrera, que preside otro ilustre tinerfeño de apellido Martín. Y de nombre Juan Alberto.
Siempre hemos dicho aquí que Adán Martín quiere pasar a la historia de la nacionalidad como el presidente que se marchó del cargo sin una mancha de corrupción en su expediente. Ése es su deseo, pero otra cosa es que lo consiga, particularmente por presidir el órgano colegiado que preside. Este martes, en el debate de la nacionalidad, el presidente lanzó algunos anuncios bienintencionados que tratan de jugar con un factor acreditado: la mala memoria del personal. Adán Martín habló de corrupción, y empleó algunos recursos literiarios para tratar de minimizar al máximo los efectos de este tumor sobre su Gobierno. Entre otras cosas lanzó la idea de un código ético y prácticas de buen gobierno. Una lástima, por lo tanto, que haya sido su propio partido, Coalición Canaria, el que hace unos años fuera el único que se negó a suscribir aquel famoso código ético que propuso la Fundación Pedro García Cabrera, que preside otro ilustre tinerfeño de apellido Martín. Y de nombre Juan Alberto.