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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Ahí les va el auto

La verdad es que produce un poco de grima ver a todo un vicepresidente del Gobierno tan empeñado en una falacia. No debe haber aprendido que las mentiras tienen las patas muy cortas y que terminan siendo alcanzadas y rebasadas por la verdad. Es una pena también que el empresario Santana Cazorla haya escogido a compañeros de viaje tan poco recomendables porque, en lugar de conseguir su propósito de restablecer su imagen y prestigio, lo que está consiguiendo es levantar una polémica que no tiene el menor recorrido en los tribunales, y veremos cómo acaba en la plaza pública. Como parece que no hay manera de que cese la estulticia, nos permitimos ofrecer a nuestros lectores el auto de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Las Palmas avalando la detención del empresario y dando por bueno que los policías que ejecutaron tal acción actuaban dentro de una instrucción penal dirigida por un juez que una tras otra ha corroborado la legalidad de esas actuaciones. Ah, por cierto, no cabe recurso.

La verdad es que produce un poco de grima ver a todo un vicepresidente del Gobierno tan empeñado en una falacia. No debe haber aprendido que las mentiras tienen las patas muy cortas y que terminan siendo alcanzadas y rebasadas por la verdad. Es una pena también que el empresario Santana Cazorla haya escogido a compañeros de viaje tan poco recomendables porque, en lugar de conseguir su propósito de restablecer su imagen y prestigio, lo que está consiguiendo es levantar una polémica que no tiene el menor recorrido en los tribunales, y veremos cómo acaba en la plaza pública. Como parece que no hay manera de que cese la estulticia, nos permitimos ofrecer a nuestros lectores el auto de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Las Palmas avalando la detención del empresario y dando por bueno que los policías que ejecutaron tal acción actuaban dentro de una instrucción penal dirigida por un juez que una tras otra ha corroborado la legalidad de esas actuaciones. Ah, por cierto, no cabe recurso.