El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Ahora no quieren el Museo de la Ciencia
Mala suerte para el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología. Con el reparto de consejerías le vino a caer en 2007 a Rita Martín, titular de Turismo, que ha intentado sacudirse esa institución en favor de Cultura, que era lo más lógico desde el principio. Lo que pasa que la historia del Elder ha sido la de las vergüenzas de nuestra clase política. Soria no lo quiso cuando llegó a la alcaldía y tuvo que ser Olarte el que lo adoptara desde Vicepresidencia y Turismo, departamentos que él ocupaba cuando el presidente del PP llegó al poder municipal. Gracias al empuje de Jacinto Quevedo, su fundador y su alma, el museo fue creciendo hasta alcanzar unos resultados ciertamente espectaculares. Hasta que el PP volvió al machito y, por esas carambolas obscenas que a veces tiene la vida, le cayó Rita. Como Cultura le ha dicho que no a la consejera, ahora andan en Presidencia estudiando la posibilidad de colgarlo de la Oficina de Ciencia y Tecnología (dependiente de Presidencia) o de la Oficina del Cambio Climático. Algunos conocedores de la cuestión hablan incluso de endilgárselo a Pesca. Todo menos confesar que quieren matarlo.
Mala suerte para el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología. Con el reparto de consejerías le vino a caer en 2007 a Rita Martín, titular de Turismo, que ha intentado sacudirse esa institución en favor de Cultura, que era lo más lógico desde el principio. Lo que pasa que la historia del Elder ha sido la de las vergüenzas de nuestra clase política. Soria no lo quiso cuando llegó a la alcaldía y tuvo que ser Olarte el que lo adoptara desde Vicepresidencia y Turismo, departamentos que él ocupaba cuando el presidente del PP llegó al poder municipal. Gracias al empuje de Jacinto Quevedo, su fundador y su alma, el museo fue creciendo hasta alcanzar unos resultados ciertamente espectaculares. Hasta que el PP volvió al machito y, por esas carambolas obscenas que a veces tiene la vida, le cayó Rita. Como Cultura le ha dicho que no a la consejera, ahora andan en Presidencia estudiando la posibilidad de colgarlo de la Oficina de Ciencia y Tecnología (dependiente de Presidencia) o de la Oficina del Cambio Climático. Algunos conocedores de la cuestión hablan incluso de endilgárselo a Pesca. Todo menos confesar que quieren matarlo.