El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Alemán hace la criba
Anda el caballero del pelo blanco y líder en funciones del PSC, Juan Carlos Alemán, diciendo que hay que llenar a su partido de gentes llenas de política y no de gente ayuna de eso. Es su grito de guerra de las últimas semanas, lo que nos lleva a pensar que se refiere a los de perfil más técnico, que le deben estorbar. Suena ya a inútil tanta palabra. El líder puede o no ganar las elecciones, que Lula las ganó al cuarto intento, y más o menos así lo hicieron Allende y Mitterand. Porque al concurrir hay que sumar, y se gana o se pierde. Pero cuando no se lidera la expectativa del centro y de la izquierda que le puede llegar a votar, cuando no se colman las aspiraciones del público desafecto a quien gobierna, cuando se minimiza el tamaño de la esperanza de cambio y el apetito de la oposición, no es cuestión de mucho análisis, sino de simple reconocimiento de donde está el talento. Y el futuro. Muchos lo llegan a ver fácil a primera vista. Llega incluso a ser evidente. Y Alemán no es ese hombre.
Anda el caballero del pelo blanco y líder en funciones del PSC, Juan Carlos Alemán, diciendo que hay que llenar a su partido de gentes llenas de política y no de gente ayuna de eso. Es su grito de guerra de las últimas semanas, lo que nos lleva a pensar que se refiere a los de perfil más técnico, que le deben estorbar. Suena ya a inútil tanta palabra. El líder puede o no ganar las elecciones, que Lula las ganó al cuarto intento, y más o menos así lo hicieron Allende y Mitterand. Porque al concurrir hay que sumar, y se gana o se pierde. Pero cuando no se lidera la expectativa del centro y de la izquierda que le puede llegar a votar, cuando no se colman las aspiraciones del público desafecto a quien gobierna, cuando se minimiza el tamaño de la esperanza de cambio y el apetito de la oposición, no es cuestión de mucho análisis, sino de simple reconocimiento de donde está el talento. Y el futuro. Muchos lo llegan a ver fácil a primera vista. Llega incluso a ser evidente. Y Alemán no es ese hombre.