El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El aparato y el aparato
Nadie puede negar que, desde este domingo, el primer partido activado para las elecciones de 2011 es el socialista. Lo ha conseguido gracias a ese proceso de apariencia cainita que, como quedó patente tras proclamarse los ganadores, se transforma de repente en integrador y fraternal como si lo dicho y hecho durante las últimas semanas fuera puro confeti, ese que con un aspirador desaparece sin dejar manchas. Tomás Gómez y José Miguel Pérez, junto a la murciana Begoña García Retegui, son los candidatos a sus comunidades autónomas más orgánicamente respaldados de cuantos vaya a presentar el PSOE. Y lo son porque se han sometido a un proceso duro, a un desgaste interno y externo verdaderamente peligroso. Pero Gómez y Pérez (desconocemos las entretelas del PSOE murciano) salen en apariencia muy fortalecidos públicamente y, lo que es mejor, respaldados por la militancia, que en su mayoría ha vuelto a cerrar filas en torno a su respectivo aparato, al viejo aparato socialista, que ha demostrado en Madrid y en Canarias que está muy bien engrasado. Ahora toca ganar, que ésa es otra.
Nadie puede negar que, desde este domingo, el primer partido activado para las elecciones de 2011 es el socialista. Lo ha conseguido gracias a ese proceso de apariencia cainita que, como quedó patente tras proclamarse los ganadores, se transforma de repente en integrador y fraternal como si lo dicho y hecho durante las últimas semanas fuera puro confeti, ese que con un aspirador desaparece sin dejar manchas. Tomás Gómez y José Miguel Pérez, junto a la murciana Begoña García Retegui, son los candidatos a sus comunidades autónomas más orgánicamente respaldados de cuantos vaya a presentar el PSOE. Y lo son porque se han sometido a un proceso duro, a un desgaste interno y externo verdaderamente peligroso. Pero Gómez y Pérez (desconocemos las entretelas del PSOE murciano) salen en apariencia muy fortalecidos públicamente y, lo que es mejor, respaldados por la militancia, que en su mayoría ha vuelto a cerrar filas en torno a su respectivo aparato, al viejo aparato socialista, que ha demostrado en Madrid y en Canarias que está muy bien engrasado. Ahora toca ganar, que ésa es otra.