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Apoteosis de Yrichen

Mira que al cura de La Pardilla, Jorge Hernández, lo quiere la gente. El Círculo Cultural volvió a tocar el pito y a convocar a la gente a la tradicional gala artística de cada diciembre, y volvió a llenarse la Casa de la Cultura de Telde. El objetivo era, como les hemos contado, recaudar fondos para la asociación Yrichen, dedicada a prestar atención a los drogodependientes, que por cierto está a punto de inaugurar instalaciones. El lleno fue nuevamente casi completo, con un porrón de gente pagando entradas de fila cero para echar una mano y con un ramillete de artistas que se entregaron para contribuir a la causa. Estuvieron Sangre de Cóndor, Heriberto Zerpa y Juan Luis Calero, que divirtió con ganas a la concurrencia. Pero la estrella de la noche, además del cura, que se largó una piecita y todo, fue Mariví Cabo, que se consolida cada día más como una artista en el amplio sentido del término. Y encima con una humildad poco frecuente y una profesionalidad digna de elogio. A ver si se prodiga un poco más para poder disfrutar de su impresionante voz.

Mira que al cura de La Pardilla, Jorge Hernández, lo quiere la gente. El Círculo Cultural volvió a tocar el pito y a convocar a la gente a la tradicional gala artística de cada diciembre, y volvió a llenarse la Casa de la Cultura de Telde. El objetivo era, como les hemos contado, recaudar fondos para la asociación Yrichen, dedicada a prestar atención a los drogodependientes, que por cierto está a punto de inaugurar instalaciones. El lleno fue nuevamente casi completo, con un porrón de gente pagando entradas de fila cero para echar una mano y con un ramillete de artistas que se entregaron para contribuir a la causa. Estuvieron Sangre de Cóndor, Heriberto Zerpa y Juan Luis Calero, que divirtió con ganas a la concurrencia. Pero la estrella de la noche, además del cura, que se largó una piecita y todo, fue Mariví Cabo, que se consolida cada día más como una artista en el amplio sentido del término. Y encima con una humildad poco frecuente y una profesionalidad digna de elogio. A ver si se prodiga un poco más para poder disfrutar de su impresionante voz.