El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Un auxiliar con vaqueros
Para que el desaguisado adquiriera tintes verdaderamente cómicos, sólo faltó que por la plaza del Pino para adentro entrara al galope la Policía Montada de Canarias, más conocida como Guanchancha, ordenando a porrazos el desalojo de toda cámara de televisión que no tuviera impresa una uve doble gigante en sus lomos. Sí tuvo que intervenir la Policía Local de Teror, que llamó la atención a un auxiliar de la Televisión Canaria por no cumplir con uno de los requisitos históricamente exigidos: todo el que esté en la Plaza del Pino ha de ir ataviado con traje canario. El director de Producción de la autonómica, Rubén Fontes, que tuvo que intervenir en el incidente, llegó a afirmar que aquello de los trajes típicos no estaba en ninguna de las sentencias que tanto han favorecido a su casa, pero no obstante, cambió de lugar al auxiliar y lo sustituyó por otro en perfecto estado de revista. Pero, la verdad, no anda descaminado Fontes: a poco que alguien recurra ante el TSJC, abolirán la norma. Y hasta los concursos de murgas.
Para que el desaguisado adquiriera tintes verdaderamente cómicos, sólo faltó que por la plaza del Pino para adentro entrara al galope la Policía Montada de Canarias, más conocida como Guanchancha, ordenando a porrazos el desalojo de toda cámara de televisión que no tuviera impresa una uve doble gigante en sus lomos. Sí tuvo que intervenir la Policía Local de Teror, que llamó la atención a un auxiliar de la Televisión Canaria por no cumplir con uno de los requisitos históricamente exigidos: todo el que esté en la Plaza del Pino ha de ir ataviado con traje canario. El director de Producción de la autonómica, Rubén Fontes, que tuvo que intervenir en el incidente, llegó a afirmar que aquello de los trajes típicos no estaba en ninguna de las sentencias que tanto han favorecido a su casa, pero no obstante, cambió de lugar al auxiliar y lo sustituyó por otro en perfecto estado de revista. Pero, la verdad, no anda descaminado Fontes: a poco que alguien recurra ante el TSJC, abolirán la norma. Y hasta los concursos de murgas.