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No aventurar nombres

Lo peor para los familiares y amigos de los pasajeros de ese vuelo ha sido la incertidumbre. No sabían si sus allegados estaban en la lista de los fallecidos o en la cada vez más reducida relación de heridos, hospitalizados en Madrid. Pero no había otra opción: la compañía aérea se negaba a entregar a los medios informativos la relación de pasajeros argumentando que primero debía comunicarlo a los familiares, y los responsables de emergencias de la Comunidad de Madrid, expertos en gestionar este tipo de crisis tras los atentados del 11-M , ordenaron ocultar información sobre las identidades de las víctimas a la espera de garantizarlas. Sólo se filtró la identidad de una superviviente, pero por tratarse de una empleada del Samur, que salió despedida del avión, salvó la vida y se identificó ante sus compañeros en la ambulancia que la trasladaba a Madrid. Serán los familiares quienes, en el Ifema, identifiquen a sus muertos, y en los hospitales, celebren el milagro con los supervivientes.

Lo peor para los familiares y amigos de los pasajeros de ese vuelo ha sido la incertidumbre. No sabían si sus allegados estaban en la lista de los fallecidos o en la cada vez más reducida relación de heridos, hospitalizados en Madrid. Pero no había otra opción: la compañía aérea se negaba a entregar a los medios informativos la relación de pasajeros argumentando que primero debía comunicarlo a los familiares, y los responsables de emergencias de la Comunidad de Madrid, expertos en gestionar este tipo de crisis tras los atentados del 11-M , ordenaron ocultar información sobre las identidades de las víctimas a la espera de garantizarlas. Sólo se filtró la identidad de una superviviente, pero por tratarse de una empleada del Samur, que salió despedida del avión, salvó la vida y se identificó ante sus compañeros en la ambulancia que la trasladaba a Madrid. Serán los familiares quienes, en el Ifema, identifiquen a sus muertos, y en los hospitales, celebren el milagro con los supervivientes.