El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La banda del Agua de Firgas
La alarma fue generalizada y la Policía tuvo que desplegar sus más sofisticados sistemas de investigación para, finalmente, llegar a la conclusión de que se trataba de la muy conocida banda del Agua de Firgas, que utiliza para sus operaciones unos camiones de camuflaje, rojos al parecer, llenos de cajas de botellas de agua, de 70 centímetros cúbicos y de litro y medio. Los miembros de la banda, también conocidos como repartidores, marcaban con una efe (un palito vertical y dos horizontales) de Firgas aquellos telefonillos de clientes de la casa a los que hay que tocarles para pronunciar la frase secreta: “¡El agua de Firgas!”, a lo que el interlocutor contesta con otra contraseña: “Pues déjeme una caja”. Si por ventura el cliente no contestara, mal rollo: se quedará sin agua una semana, hasta que el camión de la banda vuelva a pasar por allí. Sospechamos que, a partir de ahora, los repartidores de tran prestigiosa marca tendrán que cambiar de estrategia.
La alarma fue generalizada y la Policía tuvo que desplegar sus más sofisticados sistemas de investigación para, finalmente, llegar a la conclusión de que se trataba de la muy conocida banda del Agua de Firgas, que utiliza para sus operaciones unos camiones de camuflaje, rojos al parecer, llenos de cajas de botellas de agua, de 70 centímetros cúbicos y de litro y medio. Los miembros de la banda, también conocidos como repartidores, marcaban con una efe (un palito vertical y dos horizontales) de Firgas aquellos telefonillos de clientes de la casa a los que hay que tocarles para pronunciar la frase secreta: “¡El agua de Firgas!”, a lo que el interlocutor contesta con otra contraseña: “Pues déjeme una caja”. Si por ventura el cliente no contestara, mal rollo: se quedará sin agua una semana, hasta que el camión de la banda vuelva a pasar por allí. Sospechamos que, a partir de ahora, los repartidores de tran prestigiosa marca tendrán que cambiar de estrategia.