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¿Por qué 2015?

Resulta verdaderamente bochornosa la posición en la que ha quedado el ministro de Industria, José Manuel Soria, después de que Repsol le haya desmentido públicamente. Su anuncio del sábado pasado de que la compañía, de la que actúa como desesperado vocero, pueda extraer petróleo el año 2015 le ha granjeado cachetones desde la oposición a las prospecciones y desde la propia interesada, que ha asegurado que ni tiene permiso para la explotación de los hipotéticos yacimientos y que, en el mejor de los casos, no podría comenzar a extraer hasta 2020. Hagamos los correspondientes cálculos. Si tenemos en cuenta que este Gobierno, del que forma parte Soria, aguantará con suerte hasta la primavera de 2015 y los resultados de los sondeos que comenzarán en unos meses no se conocerán hasta finales de 2014 o ya entrado 2015, sería a partir de entonces cuando se abriría la siguiente fase de autorizaciones administrativas, que se tramitarían muy probablemente con otro Gobierno en La Moncloa. Vaya usted a saber de qué signo. Eso en el escenario más favorable para los intereses petroleros de Soria, que son cada vez más descarados. Porque también podrían darse otros escenarios, como que el ministro cayera antes, que los tribunales paralizaran las actuales autorizaciones por algunos de los recursos vivos o que, no lo descarten, los sondeos no arrojen resultados positivos y haya que seguir buscando en otras cuadrículas. Todo eso retrasaría enormemente el desenlace de este empeño personal de Soria con el petróleo, que el presidente del PP canario quiere ver fluir antes de abandonar el poder, no vaya a ser que sus sueños queden en una puñetera pesadilla. Estas prisas recuerdan mucho a aquellas que se dio con las autorizaciones a Anfi Tauro para que pudiera desarrollar la urbanización que finalmente no se desarrolló en base a las autorizaciones que se tramitaron a toda prisa. Siendo presidente del Cabildo y presidente de del Grupo Parlamentario Popular, el hoy ministro tramitó la declaración de interés general en la Corporación grancanaria en un tiempo récord, a la vez que consiguió que se votara en el Parlamento en el pleno escoba de final de legislatura de 2007. Con su voto favorable, por supuesto, que negó ante la juez que lo investigó por el caso salmón y que el vídeo oficial del Parlamento reflejó en todo su esplendor.

Resulta verdaderamente bochornosa la posición en la que ha quedado el ministro de Industria, José Manuel Soria, después de que Repsol le haya desmentido públicamente. Su anuncio del sábado pasado de que la compañía, de la que actúa como desesperado vocero, pueda extraer petróleo el año 2015 le ha granjeado cachetones desde la oposición a las prospecciones y desde la propia interesada, que ha asegurado que ni tiene permiso para la explotación de los hipotéticos yacimientos y que, en el mejor de los casos, no podría comenzar a extraer hasta 2020. Hagamos los correspondientes cálculos. Si tenemos en cuenta que este Gobierno, del que forma parte Soria, aguantará con suerte hasta la primavera de 2015 y los resultados de los sondeos que comenzarán en unos meses no se conocerán hasta finales de 2014 o ya entrado 2015, sería a partir de entonces cuando se abriría la siguiente fase de autorizaciones administrativas, que se tramitarían muy probablemente con otro Gobierno en La Moncloa. Vaya usted a saber de qué signo. Eso en el escenario más favorable para los intereses petroleros de Soria, que son cada vez más descarados. Porque también podrían darse otros escenarios, como que el ministro cayera antes, que los tribunales paralizaran las actuales autorizaciones por algunos de los recursos vivos o que, no lo descarten, los sondeos no arrojen resultados positivos y haya que seguir buscando en otras cuadrículas. Todo eso retrasaría enormemente el desenlace de este empeño personal de Soria con el petróleo, que el presidente del PP canario quiere ver fluir antes de abandonar el poder, no vaya a ser que sus sueños queden en una puñetera pesadilla. Estas prisas recuerdan mucho a aquellas que se dio con las autorizaciones a Anfi Tauro para que pudiera desarrollar la urbanización que finalmente no se desarrolló en base a las autorizaciones que se tramitaron a toda prisa. Siendo presidente del Cabildo y presidente de del Grupo Parlamentario Popular, el hoy ministro tramitó la declaración de interés general en la Corporación grancanaria en un tiempo récord, a la vez que consiguió que se votara en el Parlamento en el pleno escoba de final de legislatura de 2007. Con su voto favorable, por supuesto, que negó ante la juez que lo investigó por el caso salmón y que el vídeo oficial del Parlamento reflejó en todo su esplendor.