El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Carlos, no me des tormentos
El pobre Carlos Sánchez se quedó de piedra el otro día cuando recibió una llamada telefónica en su despacho para sugerirle cariñosamente que se dejara de estar conversando con empresas constructoras y entregándoles el pliego de condiciones del concurso (presunto) de la ampliación de la Casa-Palacio insular. La obra viene bautizada de las altas instancias, concretamente de donde acaban los famosos seis escalones. Y serán cuatro las empresas adjudicatarias, que además concurrirán en UTE cuasi internacional, porque hasta se da entrada a capital de la provincia hermana. Falta por saber si el potaje se guisará a fuego lento o los comensales preferirán un bistec vuelta y vuelta. Es decir, si la obra (6.000 kilos de los de antes más revisiones y modificados, 10.000) se pagará por certificaciones o se prefinanciará, lo que alargará desesperadamente los movimientos de capitales. Es decir, solomillo o carne de componer.
El pobre Carlos Sánchez se quedó de piedra el otro día cuando recibió una llamada telefónica en su despacho para sugerirle cariñosamente que se dejara de estar conversando con empresas constructoras y entregándoles el pliego de condiciones del concurso (presunto) de la ampliación de la Casa-Palacio insular. La obra viene bautizada de las altas instancias, concretamente de donde acaban los famosos seis escalones. Y serán cuatro las empresas adjudicatarias, que además concurrirán en UTE cuasi internacional, porque hasta se da entrada a capital de la provincia hermana. Falta por saber si el potaje se guisará a fuego lento o los comensales preferirán un bistec vuelta y vuelta. Es decir, si la obra (6.000 kilos de los de antes más revisiones y modificados, 10.000) se pagará por certificaciones o se prefinanciará, lo que alargará desesperadamente los movimientos de capitales. Es decir, solomillo o carne de componer.