Carmelo y Soria, la leche

El humor todo lo puede. Hasta sirve para que se distienda en algo esa relación tipo agua y aceite que se da entre José Manuel Soria y Carmelo Ramírez; y para que de paso se echen una risa los compañeros periodistas y el sufrido público que se goza los tostones plenarios que de vez en cuando tienen lugar en el Cabildo de Gran Canaria. Se trataba de aprobar los presupuestos, pero como la mayoría del PP -REF mediante- así lo deseaba (lo de aprobarlos) pues la cosa no daba para mucho aunque sí para, como es costumbre, hablarlo largo, tendido y con esa tensión que reina en Bravo Murillo desde que su Excelencia se encaramara a las alturas. Y de repente, Carmelo Ramírez coge la curva hacia el relajo y pide a Soria que cuide de que no pongan a la oposición la leche caducada.

El humor todo lo puede. Hasta sirve para que se distienda en algo esa relación tipo agua y aceite que se da entre José Manuel Soria y Carmelo Ramírez; y para que de paso se echen una risa los compañeros periodistas y el sufrido público que se goza los tostones plenarios que de vez en cuando tienen lugar en el Cabildo de Gran Canaria. Se trataba de aprobar los presupuestos, pero como la mayoría del PP -REF mediante- así lo deseaba (lo de aprobarlos) pues la cosa no daba para mucho aunque sí para, como es costumbre, hablarlo largo, tendido y con esa tensión que reina en Bravo Murillo desde que su Excelencia se encaramara a las alturas. Y de repente, Carmelo Ramírez coge la curva hacia el relajo y pide a Soria que cuide de que no pongan a la oposición la leche caducada.