El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El Cluster Audiovisual pide explicaciones
Otro frente para la política audiovisual del Gobierno de Canarias, por si eran pocos. El Cluster Audiovisual Canario se ha mosqueado, y bastante, ante la noticia de que el Ejecutivo anda formando un cuerpo de inspectores de telecomunicaciones que van a encargarse de controlar el funcionamiento de las emisoras de radio y televisión que operan en Canarias. A las empresas agrupadas en este cluster les gustaría saber a qué se van a dedicar esos inspectores, cuáles serán sus funciones, cuál su paraguas competencial... y por qué no se ha contado con ellas, que vienen a ser el objeto de las inspecciones a realizar por ese cuerpo inspector. Ya han pedido una reunión con el viceconsejero de Comunicación, Martín Marrero, que acababa de quitarse de encima la jaqueca del concurso de radios y miren ustedes por donde le salta otro problema. La respuesta que les va a dar parece fácil: las adjudicatarias de radios y televisiones ocupan una concesión pública en el espacio radioeléctrico y han de atenerse a unas normas, las generales y las particulares pactadas por cada cual en su correspondiente oferta.
Otro frente para la política audiovisual del Gobierno de Canarias, por si eran pocos. El Cluster Audiovisual Canario se ha mosqueado, y bastante, ante la noticia de que el Ejecutivo anda formando un cuerpo de inspectores de telecomunicaciones que van a encargarse de controlar el funcionamiento de las emisoras de radio y televisión que operan en Canarias. A las empresas agrupadas en este cluster les gustaría saber a qué se van a dedicar esos inspectores, cuáles serán sus funciones, cuál su paraguas competencial... y por qué no se ha contado con ellas, que vienen a ser el objeto de las inspecciones a realizar por ese cuerpo inspector. Ya han pedido una reunión con el viceconsejero de Comunicación, Martín Marrero, que acababa de quitarse de encima la jaqueca del concurso de radios y miren ustedes por donde le salta otro problema. La respuesta que les va a dar parece fácil: las adjudicatarias de radios y televisiones ocupan una concesión pública en el espacio radioeléctrico y han de atenerse a unas normas, las generales y las particulares pactadas por cada cual en su correspondiente oferta.