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La conexión plateada

Pero la trama montada para mejor proveer aquel concurso eólico, dos veces suspendido ya por la manera tan pintoresca que tienen algunos de nuestros políticos de gestionar la cosa pública, tuvo ramificaciones menores que nada tenían que ver ni con el ITC, ni con el Puerto ni con sus operadores más avariciosos. Había una rama más cutre, más de andar por casa, más de repartirse las virutas que los grandes dejaban libres. Se trataba de esas concesiones en municipios menores que, sin embargo, también sumaban un buen pico. Algunas de esas conexiones municipales venían de la mano de empresas participadas directa o indirectamentamente por el presidente de la Cámara de Comercio, José Miguel Suárez Gil, y de socios ensolerados al calor de la logia masónica que se reúne en su casa de Tafira Baja, frente a donde antes había una palmera. Dos de esas empresas aparecen mencionadas en la denuncia que presentó un particular y que ha dado lugar a la investigación del juez Parramón. Un hijo del magistrado cuyas conversaciones telefónicas han sido remitidas al TSJC aparece como socio en algunas de esas empresas. Esto, nos tememos, no ha hecho más que empezar y nada tiene que ver con la lucha que sostienen los movimientos empresariales en pos de la presidencia de la Cámara de Comercio.

Pero la trama montada para mejor proveer aquel concurso eólico, dos veces suspendido ya por la manera tan pintoresca que tienen algunos de nuestros políticos de gestionar la cosa pública, tuvo ramificaciones menores que nada tenían que ver ni con el ITC, ni con el Puerto ni con sus operadores más avariciosos. Había una rama más cutre, más de andar por casa, más de repartirse las virutas que los grandes dejaban libres. Se trataba de esas concesiones en municipios menores que, sin embargo, también sumaban un buen pico. Algunas de esas conexiones municipales venían de la mano de empresas participadas directa o indirectamentamente por el presidente de la Cámara de Comercio, José Miguel Suárez Gil, y de socios ensolerados al calor de la logia masónica que se reúne en su casa de Tafira Baja, frente a donde antes había una palmera. Dos de esas empresas aparecen mencionadas en la denuncia que presentó un particular y que ha dado lugar a la investigación del juez Parramón. Un hijo del magistrado cuyas conversaciones telefónicas han sido remitidas al TSJC aparece como socio en algunas de esas empresas. Esto, nos tememos, no ha hecho más que empezar y nada tiene que ver con la lucha que sostienen los movimientos empresariales en pos de la presidencia de la Cámara de Comercio.