El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Cristina Spínola, a golpe de pedal
Una regular cadencia de pedaleo llevó este jueves a la periodista Cristina Spínola al Cabildo de La Palma. Allí la esperaba el mandamás palmero -cabildicio, el otro se sienta en el Consejo de Gobierno-, José Luis Perestelo. Spínola, como ya les informamos, se ha propuesto darse un provechoso garbeo por las siete islas para concienciar de la importancia que tiene tomarse en serio la igualdad de oportunidades en el Archipiélago. Va armada de una bicicleta y de lo que den de sí sus piernas y su corazón. Perestelo fue la parada de este jueves, pero en breve serán otros responsables públicos los que la reciban. La periodista-ciclista también promueve charlas y conferencias sobre el tema de la igualdad de oportunidades, en este caso con protagonismo del gran público de los lugares a los que llega. Spínola afronta el reto de atravesar el Archipiélago pedaleando en solitario. Como las autopistas que sueña Adán, pero con un poquito más de pausa para la reflexión. Ha consumido ya cinco jornadas y las fuerzas no la abandonan.
Una regular cadencia de pedaleo llevó este jueves a la periodista Cristina Spínola al Cabildo de La Palma. Allí la esperaba el mandamás palmero -cabildicio, el otro se sienta en el Consejo de Gobierno-, José Luis Perestelo. Spínola, como ya les informamos, se ha propuesto darse un provechoso garbeo por las siete islas para concienciar de la importancia que tiene tomarse en serio la igualdad de oportunidades en el Archipiélago. Va armada de una bicicleta y de lo que den de sí sus piernas y su corazón. Perestelo fue la parada de este jueves, pero en breve serán otros responsables públicos los que la reciban. La periodista-ciclista también promueve charlas y conferencias sobre el tema de la igualdad de oportunidades, en este caso con protagonismo del gran público de los lugares a los que llega. Spínola afronta el reto de atravesar el Archipiélago pedaleando en solitario. Como las autopistas que sueña Adán, pero con un poquito más de pausa para la reflexión. Ha consumido ya cinco jornadas y las fuerzas no la abandonan.